Arriban las cenizas de Clara Krause, esposa de Felipe Ángeles, tras un siglo de su fallecimiento

Foto: Cortesía
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La ceremonia concluyó con una procesión liderada por el cónsul, acompañado por los familiares de Krause, al ritmo de la canción ‘México querido’ interpretada por mariachis.

ESTADOS UNIDOS.- El pasado jueves 27 de junio, las cenizas de Clara Krause, esposa de Felipe Ángeles, regresaron a México, 105 años después de su fallecimiento, para reunirse con su amado. La ceremonia, realizada en la icónica catedral católica de San Patrick en Nueva York, fue un evento cargado de simbolismo y emotividad.

Representantes del Consulado de México y descendientes de Clara Krause se congregaron junto a las cenizas en una íntima ceremonia dentro de la imponente iglesia. El sacerdote Alejandro Sánchez, acompañado por el cónsul Jorge Islas, condujo el acto en el que se recordó el sufrimiento de Krause durante los días turbulentos de la Revolución Mexicana.

Felipe Ángeles, reconocido por su defensa del gobierno de Francisco I. Madero y posterior fusilamiento por oponerse al golpe de Estado de Victoriano Huerta, encontró en Clara Krause un apoyo inquebrantable. Mientras él luchaba en México, Krause se había mudado a Nueva York para proteger a sus hijos, enfrentando el dolor y la incertidumbre sobre el destino de su esposo.

“Felipe murió por sus ideales, y no muy lejos, algunos días después, su esposa Clara también moría. Fue una muerte natural que les une en una vida más plena”, afirmó el Padre Alejandro Sánchez, en un discurso bajo las coloridas vidrieras de la catedral y la mirada de la Virgen María.

Clara Krause, un nombre olvidado

A pesar de que el nombre de Clara Krause se olvidó por muchos, su muerte resonó en los principales medios de la época, reflejando su profundo sufrimiento por la preocupación de su esposo. Su bisnieta, María Eugenia, compartió en la ceremonia cómo descubrió la historia de su bisabuela después de años de desconocimiento.

El cónsul Jorge Islas destacó la importancia de este evento como un símbolo de la unión entre México y Estados Unidos, representada por los descendientes de Krause, que incluyen tanto a mexicanos como a estadounidenses. “La familia Ángeles fue pionera de lo que luego se convertiría en una relación bicultural entre México y EE.UU, una hermandad que hoy nos mantiene unidos”, subrayó.

La ceremonia concluyó con una procesión liderada por el cónsul, acompañado por los familiares de Krause, al ritmo de la canción ‘México querido’ interpretada por mariachis, honrando así el legado de la mexicana y celebrando su esperada repatriación ante la atenta mirada de los presentes y los turistas que visitaban la histórica catedral neoyorquina.