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La senadora Amalia García Medina llamó a defender el papel de la ONU como garante de la paz mundial y promotora de los derechos humanos, al participar en el conversatorio “México y la ONU, a 80 años de su fundación”.
CIUDAD DE MÉXICO.- Durante el conversatorio “México y la ONU, a 80 años de su fundación. Trabajando por la paz, los derechos humanos y el desarrollo sostenible”, la senadora Amalia García Medina urgió a defender a la Organización de las Naciones Unidas como un organismo esencial para mantener la paz, proteger los derechos humanos y enfrentar los desafíos globales.

García Medina recordó que México es, desde 1945, uno de los países más comprometidos con el multilateralismo y la diplomacia internacional. Citó al exsecretario general Dag Hammarskjöld al afirmar que la ONU “no se creo para garantizar la felicidad de los seres humanos, sino para evitar que la humanidad llegue al infierno”.
No obstante, la legisladora enfatizó que, ante las guerras, los genocidios y las crisis humanitarias actuales, la comunidad internacional debe recuperar el sentido ético y humanista que dio origen a las Naciones Unidas.

La senadora zacatecana subrayó la necesidad de reformar el Consejo de Seguridad de la ONU, al considerar inadmisible que el derecho de veto de un solo país pueda frenar decisiones urgentes para la paz.
“El multilateralismo es la posibilidad de resolver juntos los desafíos comunes”, afirmó.
Asimismo, García Medina destacó que el organismo internacional debe modernizarse sin perder su esencia: proteger los derechos humanos, promover la justicia social y fortalecer la cooperación entre las naciones.

También reconoció los aportes de México en la construcción de instrumentos internacionales como la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y el Tratado de Tlatelolco, que consolidó a América Latina como una zona libre de armas nucleares.
En su intervención, García Medina resaltó la relevancia de la ONU en la defensa de los derechos de las mujeres y las niñas, recordando que la Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing marcó un punto de inflexión para la igualdad de género.

Advirtió, además, sobre los riesgos que implican los recortes presupuestales al sistema de Naciones Unidas, los cuales —dijo— podrían debilitar su capacidad para promover la paz y el desarrollo sostenible.
“La ONU no puede perder su fuerza ni su propósito. Los valores que le dieron origen —la dignidad, la cooperación y la paz— deben sostenerse con el compromiso activo de las naciones”, concluyó la senadora.