Vivir en la realización

Simitrio Quezada.
Simitrio Quezada.

Expone la escritora rusa Ayn Rand que, para que se considere que un humano está realmente viviendo, éste debe actuar. Es decir: se vive sólo en la realización, no en la mera potencia. Se vive en la realización que preferentemente debió ser planificada e incluso, antes de su efecto, evaluada a partir de experiencias anteriores. … Leer más

Expone la escritora rusa Ayn Rand que, para que se considere que un humano está realmente viviendo, éste debe actuar. Es decir: se vive sólo en la realización, no en la mera potencia. Se vive en la realización que preferentemente debió ser planificada e incluso, antes de su efecto, evaluada a partir de experiencias anteriores. Vive más, de hecho, quien tropieza que quien aún no comienza el recorrido o está en una pausa de él.

Se vive en la realización y no en la “vegetación” (qué curioso: “vegetar” es verbo etimológicamente relacionado con crecer, y en nuestro entorno significa estar pasmado, sin hacer nada, viendo la vida pasar). Se vive en la actividad y no (mientras se está con brazos cruzados) en la esperanza de que nos baje alguna voluntad divina o que súbitamente una buena suerte o buena estrella decida por fin voltear hacia nosotros.

Para vivir, todo humano debe actuar. Actuar, insiste Rand, implica tomar decisiones. Vivir es decidir. ¿Con base en qué se toman estas decisiones? En un código de valores generado a partir de la propia identidad y el estado o situación. Esto es: quién soy y dónde me encuentro. Recuperamos la visión gassetiana: yo soy yo con mis fortalezas y debilidades, y toda circunstancia que puede serme oportunidad y toda la que puede amenazarme: el antecedente de lo que muchos llaman ahora, incluso con cierta pompa, “análisis FODA”.

Dice Rand que todo humano “debe conocer su propia naturaleza (incluyendo sus medios de conocimiento)”. Debemos conocer no sólo nuestro interior, sino también nuestros accesos: puerta principal, ventanas y salida de emergencia. Si realmente quiere prosperar, cada uno tiene la obligación de conocerse mejor de lo que pueda conocerlo quien lo ama… y quien lo odia.

Debe cada uno conocer “la naturaleza del universo en el cual actúa”, dice Rand y concretiza: “necesita metafísica, epistemología y ética, lo cual significa filosofía”. El sistema educativo mexicano comenzó a estancarse cuando las autoridades quitaron del canon transgeneracional asignaturas relacionadas con Ética, Civismo, Etimologías, Filosofía, Inteligencia Emocional, Urbanidad y buenas maneras, Desarrollo de Habilidades del Pensamiento e incluso Metodología de la Investigación.

A fin de cuentas, guía la existencia de cada humano su mente o su casualidad. O vives o te dejas vivir.




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