Un sicario en cada hijo te dio

Te pregunto ¿tú crees que si a tu hijo y/o alumno le invitaran a posar para una foto con armas se negaría? Nadie está exento de que su familiar forme parte de la delincuencia organizada; la apología de la violencia está en todos lados, los mismos padres inculcan esta narcocultura con la música que escuchan, con el comportamiento que toman olvidando toda base cívica de sana convivencia y en la normalización de la violencia.

Este domingo, en la región de Loreto, despojaron a tres profesores rurales de sus autos, computadoras y teléfonos cuando circulaban por la carretera, pero a distintas horas, por “sicarios muy jóvenes”, declaró una docente compañera de uno de los afectados en entrevista con un noticiario radial de la capital.

“Todos portaban armas largas y tenían entre 12 y 14 años” y un docente quedó atrapado en el fuego cruzado, el maestro rural Juan Pablo Salas, quien intentó protegerse detrás de un anuncio metálico y a quien alcanzaron los disparos y falleció, esto de acuerdo con el reportaje de La Jornada.

Más de 300 escuelas han retomado la educación a distancia en nuestro estado debido a la inseguridad que se vive y más en las zonas rurales.

Ahora que viene la festividad de Halloween atestiguamos el tipo de adornos que simulan cuerpos embolsados y colgados en diferentes partes de las casas y hasta en espacios públicos, sangre y partes del cuerpo forman parte del ajuar festivo; abundan los memes en toda la República donde mencionan que “no se preocupe, no es Zacatecas, es Halloween”.

Decían mis abuelos y padres “la mejor arma que tiene el diablo, es hacerte creer que no existe”, bajo esa lógica lo peor que podemos creer es que a nosotros no nos va a pasar, que nuestros familiares están vacunados contra la tentación de convertirse en criminales a temprana edad y que eso que dicen los jóvenes, “mejor vivir un año como rey, que cien como buey”, no se la creen ellos, por el simple hecho de ser mis hijos.

Los padres vivimos cegados por nosotros mismos, no sabemos cómo son nuestros hijos e hijas, como se comportan cuando no estamos, es más ni siquiera sabemos como se expresan en sus mensajes de texto o en su convivencia con sus amistades; desconocemos a que tentaciones están expuestos y que piensan acerca de las adiciones, la pornografía, la violencia, entre otros aspectos.

Comunicarte y pasar todo el tiempo posible con tus hijos, hará la diferencia.