Sudáfrica, ejemplo de justicia y dignidad

Saúl Monreal Ávila, docente de la Unidad Académica de Derecho de la UAZ.
Saúl Monreal Ávila, docente de la Unidad Académica de Derecho de la UAZ.

El país africano, que sufrió durante décadas el régimen de apartheid, ha demostrado su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la paz mundial.

Amigas y amigos que siguen esta columna de opinión, soy su amigo Saúl Monreal, hoy hablamos de un tema que tiene trascendencia en el derecho internacional, hace unos días nos enteramos del paso histórico que ha dado Sudáfrica, al presentar una demanda contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por genocidio y crímenes de guerra en Gaza. El país africano, que sufrió durante décadas el régimen de apartheid, ha demostrado su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la paz mundial.

La demanda se basa en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948, en años posteriores a la segunda guerra mundial y a los excesos del Nazismo, que obliga a los Estados a adoptar medidas para prevenir y castigar el delito de genocidio, definido como la intención de destruir a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Sudáfrica argumenta que Israel ha cometido genocidio al matar y causar graves daños a la población palestina de Gaza, imponerles condiciones de vida inhumanas y negarles el acceso a la ayuda humanitaria.

Sudáfrica pide a la CIJ que ordene a Israel y en la medida de su intervención, a Estados Unidos a cesar sus acciones ilegales y reparar el daño causado al pueblo palestino.

México tiene una larga tradición de respeto al derecho internacional y de defensa de los principios de autodeterminación, soberanía, igualdad y no injerencia. Nuestra política exterior debe ser coherente con estos valores y con nuestra propia historia de lucha por la libertad y la dignidad.

Tomando en cuenta el humanismo como principio fundamental, podremos contribuir a la solución pacífica del conflicto entre Israel y Palestina, basada en el respeto al derecho internacional y a las resoluciones de la ONU, que establecen la creación de dos Estados independientes y soberanos, con fronteras seguras y reconocidas, y con Jerusalén como capital compartida. Y también con esta exigencia de paz y justicia, podremos honrar la memoria de Nelson Mandela, quien dijo: “Nuestra libertad está incompleta sin la libertad de los palestinos”.

Hasta la próxima, gracias por su atención.




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