Si yo fuera y Punto Final

Pablo Torres Corpus.
Pablo Torres Corpus.

Desde que recibí la amable invitación del Partido Verde Ecologista de México para participar como candidato a diputado local por la vía plurinominal; muchos amigos y conocidos me han preguntado por qué quisiera ser diputado: en primera porque puedo y conozco, desde hace 24 años trabajo en el servicio público. Empecé en 1997 como auxiliar … Leer más

Desde que recibí la amable invitación del Partido Verde Ecologista de México para participar como candidato a diputado local por la vía plurinominal; muchos amigos y conocidos me han preguntado por qué quisiera ser diputado: en primera porque puedo y conozco, desde hace 24 años trabajo en el servicio público.

Empecé en 1997 como auxiliar administrativo (el puesto más bajo), en la Dirección de Desarrollo Económico de Jerez, mi trabajo era hacer todo lo que los demás no querían hacer.

A partir de entonces, he tenido el orgullo de trabajar en el gobierno municipal, estatal, y federal, y en alguna temporada en los tres al mismo tiempo.

Tuve el honor de ser presidente del comité pueblo mágico durante nueve años, periodo en el que Jerez recibió la mayor cantidad de recursos para la mejora y embellecimiento del Centro Histórico, desde apoyos para la red de agua potable, hasta recursos para evitar el colapso del edificio de la Torre

Desde entonces, también he tenido el honor de ser asesor cuatro veces (con distintos partidos) en la cámara de diputados local, redactando o impulsando leyes, que de manera directa o indirecta nos benefician a todos los zacatecanos.

Fui diputado suplente en el gobierno federal y tuve la oportunidad de presentar un par de iniciativas que en su momento beneficiaron a las madres jefas de familia.

La decisión de participar en esta elección no fue algo fortuito, luego de 24 años en el servicio público y después del encargo que me confió el gobernador Alejandro Tello, yo me veía aislado, vendiendo cafés, menudo y/o pizza.

Las cosas se dieron de la mejor manera y debo de reconocer que me dieron la plena libertad de participar sin condiciones ni candados.

Soy optimista, pero nunca triunfalista; y si los votos y las simpatías me favorecen, habré de trabajar de manera puntual y decidida para cosas que realmente nos beneficien.

No seré un diputado de ocurrencias, mucho menos de chistes, o de iniciativas baratas o fáciles para satisfacer el ego personal u obtener el aplauso fácil.

El consejo familiar, la experiencia personal, y la mesura conyugal me hacen saber que, esta oportunidad no puede desperdiciarse en complacencias, venganzas, o berrinches.

Punto Final

Sí López Velarde fuera un santo, ya nos lo hubieran expropiado.




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