Tlatelolco, una lección histórica

Saúl Monreal Ávila, docente de la Unidad Académica de Derecho de la UAZ.
Saúl Monreal Ávila, docente de la Unidad Académica de Derecho de la UAZ.

El 2 de octubre es una de las fechas más recordadas en nuestro país. Fue en 1986 cuando, según cifras oficiales, más de 300 personas que se manifestaban pacíficamente, fueron masacradas a manos del ejército mexicano y el grupo paramilitar Batallón Olimpia.

El 2 de octubre es una de las fechas más recordadas en nuestro país. Fue en 1986 cuando, según cifras oficiales, más de 300 personas que se manifestaban pacíficamente, fueron masacradas a manos del ejército mexicano y el grupo paramilitar Batallón Olimpia. Ese día, sin duda, marcó la historia de nuestro país, y es que la sangrienta represión en contra de estudiantes por parte del Gobierno de México, derivó en algo más que la generación de nuevos movimientos políticos y de carácter social.

Gracias a investigaciones y testimonios que existen sobre ese día, quedó expuesta la denominada “Operación Galeana”, plan militar con el que las autoridades federales pretendían detener a los miembros del Consejo Nacional de Huelga, que era un movimiento estudiantil, no radical, que exigía, entre otras cosas, el cambio de algunos jefes policiacos, la extinción de cuerpos de granaderos, y la liberación de los presos políticos estudiantiles y obreros.

Sin embargo, alzar la voz ante un gobierno represor como el del ex presidente Gustavo Diaz Ordaz, provocó uno de los episodios más violentos de nuestro país. A pesar de todo, hoy se sabe la verdad. Fue el estado, de eso no hay duda, el entonces  comandante supremo de las Fuerzas Armadas es y será señalado como el hombre que dio la orden para que dispararan contra miles de estudiantes congregados en la plaza de las tres culturas en la unidad habitacional Tlatelolco, en la Ciudad de México.

Y para muestra de la barbarie que representa ese día, están los testimonios de quienes  eran integrantes del mencionado Consejo Nacional de Huelga, Raúl Álvarez Garín, Salvador Martínez de la Rocca, Gilberto Guevara Niebla, Marcelino Perelló y Eduardo Valle, entre otros, que mencionan en el documental Dos de Octubre, de Telesur, que “los cuerpos de estudiantes eran trasladados en camiones de volteo y con maquinaria pesada hasta lugares desconocidos para ser incinerados y desaparecidos.”

Por eso, cada dos de octubre nos obliga no solo a conmemorar a los fallecidos y desaparecidos, sino también a la reflexión de que la represión de movimientos sociales y de manifestaciones debe desaparecer de todo gobierno. De nuestra parte, debe persistir la exigencia de justicia, la búsqueda de la verdad y el respeto a los derechos humanos. Nadie quiere que se repita lo que sucedió en Tlatelolco, ni en Ayotzinapa, nadie quiere otra masacre.

 

Mtro. Saúl Monreal Ávila

Docente de la Unidad Académica de Derecho de la BUAZ

[email protected]




Más noticias

Saúl Monreal Ávila

Contenido Patrocinado