Poderes y Punto Final
En 2021 prácticamente todos los poderes de la entidad se renovarán, desde el congreso y jefatura ejecutiva hasta la universidad pública y “autónoma”. Esto genera un río revuelto, en el que muchos pescadores de oficios buscarán ganancia; ante la circunstancia recuerdo una de las principales aportaciones de John F. Kennedy como presidente: la creación de un modelo … Leer más
En 2021 prácticamente todos los poderes de la entidad se renovarán, desde el congreso y jefatura ejecutiva hasta la universidad pública y “autónoma”.
Esto genera un río revuelto, en el que muchos pescadores de oficios buscarán ganancia; ante la circunstancia recuerdo una de las principales aportaciones de John F. Kennedy como presidente: la creación de un modelo para la toma de decisiones al que llamó “colegial” y al que estaban amarrados todos sus asesores.
Este sistema rompió con los esquemas que tradicionalmente utilizaban los mandatarios gringos y la forma en que se recibían y analizaban las asesorías, porque era incluyente, limitaba la actuación, pero sobre todo la libre operación de los asesores, que dejaron de ser “todólogos” en la opinión y “superpoderosos” en la acción.
Kennedy limitó a sus asesores al dejar en claro que lo difícil en el gobierno no era tomar decisiones políticas, sino ejecutivas, porque la decisión política podía ser transitoria, coyuntural, negociable y flexible.
Mientras que la decisión ejecutiva era simplemente lo que se debía hacer, basada en lo que pasó y podría suceder.
Clark Clifford, uno de los asesores asegura que el éxito de Kennedy radicaba en que era especialista en identificar a: los ladrones de ideas, los vendedores de ideas, generadores de ideas, los productores de ocurrencias y los de chismes.
Desafortunadamente los generadores de ideas son los menos y, los productores de ocurrencias y chismosos son los más.
El talento para la identificación es escaso; y los supuestos asesores han mejorado sus técnicas de engaño, autopromoción y hasta se han institucionalizado bajo la fantasía de haber hecho decenas gobernadores y presidentes, (sin evidencias).
La mayoría de estos ocurrentes son desconocidos y una vez en acción, sólo generan guerras sucias, rumores o hacer turismo electoral, es decir; sólo acuden a conocer la entidad o los pueblos y una vez concluido el proceso sea cual sea el resultado, regresan a su nube.
De estos llegan y seguirán llegando, la diferencia es y será el candidato que cándido crea en estos “superdotados” y en pos del triunfo que los “sabios” le prometan, empeñe sus recursos por honorarios y sus amistades por chismes.
Kennedy no fue cándido ni les creía a los súper asesores y le alcanzó para una Presidencia.
Punto Final
Se nota la avidez de liderazgo local.