Mataron a cuchillazos a un bebé

Simitrio Quezada.
Simitrio Quezada.

Zacatecas continúa cayendo en una espiral, mientras muchos políticos y burócratas siguen concentrados en sus grillas, sus fobias, sus exclusiones, sus odios.

Hace un año, el 27 de octubre de 2022, Zacatecas llegó a las notas nacionales con una escena atroz: un video difundido en redes sociales mostraba el paseo de un perro con una cabeza humana sujeta por el hocico del animal.

Sí, escena atroz.

Y cuando creíamos que nada podía superar esta barbarie, los periódicos llegan ahora con otra noticia, ésta no morbosa, pero sí más dolorosa: en Casa Blanca, Guadalupe, hallan asesinados, por heridas de cuchillo, a una mujer y a su bebé de un año, y a su niño de cuatro años.

Leyó usted bien: Mataron a un bebé de un año.

Mataron a un bebé. Lo acuchillaron.

Ya el 19 de mayo de 2022 había sido acribillado, en la iglesia de la Virgen de Guadalupe en Fresnillo, un niño de tres años. En fuego cruzado, dentro de una persecución a un adulto.

Puede considerarse algo accidental.

Y en 2018, dentro de una camioneta en movimiento, otro niño de tres años fue también acribillado por una de las balas de delincuentes que perseguían al papá del infante, para secuestrarlo.

Otro hecho que pudiéramos considerar accidental.

Pero ahora hablamos de un asesinato cometido con arma “blanca”, que a pesar de ser “blanca” precisa un acercamiento, un contacto más directo: empuñar el mango del hierro, apuntar y encajar el filo.

Apretar a un bebé de un año, apuntar hacia él el cuchillo y atacar hasta desangrarlo.

Esto no es accidente. Es lo artero.

Es el horror hasta lo indecible.

El horror.

Zacatecas continúa cayendo en una espiral, mientras muchos políticos y burócratas siguen concentrados en sus grillas, sus fobias, sus exclusiones, sus odios.

Hay que llamarles la atención. Decirles: ¡Ey! Mataron a un bebé a cuchillazos.

Un bebé de un año todavía no camina, acaso balbucea. Y alguien llega a la casa y lo acuchilla, y acuchilla a su hermano de cuatro años, y acuchilla a la mamá de ambos.

Sangre fría, que le llaman.

Mataron a cuchillazos a un bebé, y puede quedar abierto el expediente; incompleta la investigación.

En este país estamos viviendo una podredumbre martilleante. Nos aplasta, nos desgasta, nos humilla, nos baja la moral, nos hace tambalear la esperanza.

Quienes trabajamos a favor de los niños debemos estar más que indignados. Quienes trabajamos por la educación debemos reevaluar qué estamos haciendo mal.

¿Qué debemos hacer? ¿Qué debemos corregir?

Mataron a un bebé. Acuchillaron a un bebé.

Se ha traspasado un límite.

Mataron a cuchillazos a un bebé.

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