Guasón y Punto Final

Pablo Torres Corpus.
Pablo Torres Corpus.

Después de 3 años volví al cine, el motivo no era menor, tantas recomendaciones y críticas favorables a la última película de Joaquín Phoenix me hicieron dudar de “tanta calidad y arte” y quise confirmarlo. Quienes la han calificado como una de las mejores películas de este y varios años no se equivocaron. La actuación … Leer más

Después de 3 años volví al cine, el motivo no era menor, tantas recomendaciones y críticas favorables a la última película de Joaquín Phoenix me hicieron dudar de “tanta calidad y arte” y quise confirmarlo.

Quienes la han calificado como una de las mejores películas de este y varios años no se equivocaron.

La actuación de Phoenix es increíble, aparece en prácticamente todas las escenas del filme, no figuran los coprotagonistas a pesar de aparecer, Phoenix lleva con toda la carga histriónica.

El guion es ágil, nos lleva de la empatía de un pobre solitario a compadecernos de su vida y suerte, luego al miedo y asombro.

Con claridad se narra el camino que recorre un enfermo mental hasta convertirse en el villano que conocemos.

Pese a ser un personaje de historieta se ve y siente real, cercana, posible. A diferencia de las demás películas basadas en comics, en esta cinta no hay súper poderes, no hay ficción o tecnología insólita; súper coches, armas poderosísimas o armaduras con mil artilugios, sólo cosas comunes y corrientes, de todos los días, con personas del diario.

Aunque hay escenas violentas y acción, en el Guasón no hay los mega destrozos que ocurren en las demás películas de superhéroes, no se destruyen edificios ni mucho menos ciudades, ciudad Gótica ya está en decadencia, pero una decadencia creíble, como un Nueva York de los setentas.

Mientras en las demás películas basadas en comics hay decenas o cientos de muertes, en el Guasón ocurren relativamente muy pocas, pero son más dramáticas e impactantes porque se ven reales cercanas, se narran a nivel de noticiero, pero con el toque artístico que el cine y un portento de actor puede imprimirle a la desgracia.

Alrededor de la historia de un enfermo mental que se convierte en villano, existe una severa crítica a la sociedad y la forma en que trata a los que padecen algún trastorno mental. Y cómo el hartazgo social puede acabar por empoderar a lo peor de la propia sociedad.

El final es contundente y deja abierta la posibilidad de más Guasones.

Punto Final

Por sí Guasón no fuera suficientemente buena película, me sorprendió gratamente que durante todo el filme no sonó ningún teléfono, ni hubo pláticas o gente que se estuviera atravesando, se agradece la civilidad cinéfila.




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