El camino de la reforma judicial en Zacatecas

Las leyes siempre esconden ya una palabra, ya una frase que da pie a una interpretación conforme para defender la libertad y autonomía de un juez al resolver los delicados asuntos.
Para Juan de Jesús Alvarado Sánchez, eminente jurista zacatecano que participa en el proceso electoral federal.
Me dará mucho gusto que las personas de nuestro poder judicial tan dignas y preparadas participen con coraje y valentía en el proceso electoral para elegir magistrados y jueces.
Aun cuando no estemos de acuerdo con puntos de la reforma, por lo pronto es irreversible y lo que queda es que desde dentro del poder judicial se defienda la autonomía y para eso hay que vivir en él, seguir siendo parte de él.
Las leyes siempre esconden ya una palabra, ya una frase que da pie a una interpretación conforme para defender la libertad y autonomía de un juez al resolver los delicados asuntos. Aunque la crítica continúe, nuestros jueces y secretarios experimentados no deben enclaustrarse, actuar así tiene un tufo de egoísmo y es tirar tanta experiencia que debe ponerse al servicio de la justicia de los zacatecanos. Encerrarse es renunciar a participar y ese no es el camino de la justicia, sino salir para cambiar.
Un caso que merece ser conocido, es la participación del zacatecano Juan de Jesús Alvarado Sánchez en el proceso electoral federal en el que contendrá por una magistratura de Sala regional del Tribunal Electoral. No obstante su gran capacidad, experiencia y entrega a esa materia, pues esa ha sido su vida, que sin duda lo ha convertido en el abogado más preparado en el estado, el dichoso comité de evaluación lo rechazó. Presentó impugnación y el nueve de este mes la Suprema corte de Justicia de la Nación en sesión pública por unanimidad le dio la razón, y así brilló la justicia, lo que habla del conocimiento técnico de los medios de impugnación que no admiten suplencia de la queja. Es maestro en derecho electoral, doctor en ciencia política, ex magistrado del tribunal electoral de Zacatecas, secretario de estudio y cuenta en sala Monterrey y sala Superior por lo que con ahínco deseamos que la obtenga.
En materia judicial, es obligación de los órganos políticos del estado armonizar la legislación local con la federal, no hay de otra.
Las inconformidades y protestas que se alzaron antes de la aprobación, si bien justificadas y razonables en puntos sensibles, deben dar paso a la participación en el proceso que ya está aquí.
De manera preliminar, se pueden hacer estas consideraciones:
La iniciativa del gobernador del estado se presentó el día de navidad, aún cuando ya había otras de un grupo de diputados y una más del legislador Jesús Padilla Estrada. La comisión legislativa emitió dictamen al día siguiente y el pleno aprueba el día 27 de diciembre en sesión extraordinario de la legislatura. A esta fecha todavía no se ha completado el proceso legislativo.
Es muy interesante que el ciudadano gobernador comience en su exposición de motivos con este párrafo que a la letra copio: “Podemos afirmar que en Zacatecas tenemos un Poder Judicial profesional, honesto, capacitado y eficaz, con un personal comprometido a cumplir con sus tareas y obligaciones, y que ello le ha merecido el reconocimiento institucional y social a nivel local y nacional.”
Lo que expresa el señor gobernador es un reconocimiento y un halago para el poder judicial, y siendo consecuente, pensaría uno que entonces para qué reformar, pero debe hacerlo por la armonización normativa que ordena la constitución.
Una virtud que encuentro en la reforma es que no sólo permanece el número de magistraturas, sino que se conservan salas colegiadas especializadas.
Es preocupante todas las facultades del Tribunal de disciplina judicial, que con tan solo el nombre atemoriza a los jueces y esto perturba su libertad. Parece un vigilante con pistola, un capataz de los jueces.
Y si en cuestiones esenciales tiene facultades de revisar las labores del Tribunal Superior, entonces este ya no es superior y su nombre es un mero membrete.
El órgano de administración se puede alzar como la mano controlador del poder ejecutivo, pues no solo manejará los recursos económicos, lo que ya es mucho, sino nombramientos y cambios de adscripción de jueces.
Meros apuntes son lo anterior, pues es necesario estudiar a fondo la nueva legislación para poder profundizar en su análisis y crítica con responsabilidad.
No se puede olvidar que las leyes nuevas pueden ser motivo de impugnación en las partes que colisionen con la constitución y los derechos humanos, sobre todo con relación a las facultades del tribunal de disciplina judicial.