Del abandono a un futuro digno

José Narro Céspedes, senador por Morena.
José Narro Céspedes, senador por Morena.

Hablamos de Zacatecas y usamos la palabra abandono. Es triste, en verdad, pero es cierto. La historia de nuestro estado no es más la de la vieja región próspera del Virreinato. Desde hace muchos años, Zacatecas hace honor a su geografía desértica, como un estado árido de oportunidades, de desarrollo, que se vacía lentamente y … Leer más

Hablamos de Zacatecas y usamos la palabra abandono. Es triste, en verdad, pero es cierto. La historia de nuestro estado no es más la de la vieja región próspera del Virreinato. Desde hace muchos años, Zacatecas hace honor a su geografía desértica, como un estado árido de oportunidades, de desarrollo, que se vacía lentamente y donde lo que llega a crecer es por el esfuerzo heroico e incasable de su gente.

Zacatecas tiene una población de millón y medio de habitantes, más o menos, según los conteos. Se estima que otro millón y medio de zacatecanos vive fuera, particularmente en Estados Unidos, a donde salieron en busca de las oportunidades que el propio estado no dio.

Son muchos los problemas que enfrenta nuestro estado, entre ellos que las actividades económicas preponderantes no dejan los recursos suficientes para sacar de la pobreza a los más de 700 mil zacatecanos que viven en ella, y otros casi 600 mil en condiciones de vulnerabilidad, con diversas carencias y pocas expectativas de aspirar a una vida mejor.

Zacatecas también ha sido mal administrada. Como en todo México, gobiernos estatales y municipales han actuado con dolo, robando o malgastando los recursos destinados a la gente, usando los apoyos como palanca para ganar adeptos en las elecciones, o de plano convirtiendo el estado en su empresa personal, usando el presupuesto para llenar sus propias arcas, las de sus familias, sin atender ni las necesidades básicas de sus gobernados.

Es triste que así haya sucedido, porque las zacatecanas y los zacatecanos han sido ejemplo de trabajo duro, de perseverancia, de resiliencia y de entereza. No habría habido forma de aguantar las carencias en el estado si su gente no tuviera esas fortalezas.

¿Con qué les han respondido desde las instituciones locales? Poco impulso a la educación, escasos apoyos (y a veces hasta apoyos fraudulentos), pocas oportunidades de crecimiento y la inseguridad que avanza y trastoca la vida de la población.

Queremos que los zacatecanos participen del desarrollo nacional; que los resultados de la Cuarta Transformación sean tangibles para cada una y cada uno de los habitantes de Zacatecas. Queremos, particularmente, que al trabajo y a la perseverancia de los zacatecanos se le responda con acciones concretas que lleven al estado a un crecimiento real, sostenido, a largo plazo.

Los problemas viejos y los nuevos deberán de atenderse con soluciones creativas, propositivas, y no paliarse con las acciones de siempre que no terminan de dar resultados. Atendiendo las necesidades, generando oportunidades, involucrando a todos los zacatecanos, nuestro estado va a alcanzar el futuro digno que deseamos que tenga.

 




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