Con . . . Ciencia. El experimento prohibido

¿Qué podría ocurrir cuando se toma un ser humano de prueba y se le priva de toda interacción humana más allá de lo básico desde el primer día de su nacimiento?

Los primeros años de vida son de vital importancia para el crecimiento integral de un ser humano, debido a que durante la infancia se desarrollan los patrones de la personalidad y los constructos sociales que definen la escala de valores de cada individuo.

¿Qué parte de la personalidad de un ser humano está determinada por su herencia genética y cuál por su entorno?

Esto es algo que muchos científicos desearían conocer; para lo cual idearon que la única manera de poder saberlo era aislar a un niño en el momento de su nacimiento y dejarlo sólo con los cuidados esenciales hasta su adolescencia o juventud. Es obvio que un estudio de esta naturaleza resulta demasiado cruel por lo que lo denominaron el experimento prohibido.

¿La actuación de una persona está determinada por la manera en que sus padres definieron el bien y el mal? ¿Una persona puede distinguir entre el bien y el mal sin haber tenido un instructor?

La finalidad de este experimento es comprobarlo y dar respuesta a esta pregunta. Las personas encargadas del experimento tomarán un niño desde su nacimiento y lo privarán de cualquier contacto físico y social, más allá de lo básico, lo que significa que únicamente se van a satisfacer sus necesidades básicas: comer, dormir, defecar, orinar y resguardarlo del calor o del frío.

Un experimento tan cruel busca comprobar y demostrar la importancia de la infancia en el desarrollo cognitivo de los seres humanos, además de probar si pudieran existir condiciones para una adaptación exitosa en la sociedad humana, lo cual implica que, una vez realizado el experimento, se puedan crear condiciones de aprendizaje en el niño que le permitan adaptarse a la vida cotidiana de una familia y de una sociedad.