Dejan sin hogar a perros rescatados

JEREZ.- En el trascurso de la semana dará inicio la construcción de la base de la Guardia Nacional, en el espacio del rastro que se construyó en el periodo de gobierno de Alma Araceli Ávila Cortés y que en la actualidad alberga a un promedio de 60 perros.

La síndico municipal, Carolina Salazar, informó que el espacio fue condonado por el cabildo para la instalación de la base que beneficiará a la población en el tema de seguridad.

Por su parte, el secretario de Gobierno municipal, Liborio Carrillo, destacó que este miércoles acudieron los ingenieros del Ejército Mexicano para verificar el terreno, ya que tienen la disposición de iniciar la construcción de inmediato.

Cabe mencionar que los perros fueron llevados por asociaciones de rescatistas y serán removidos a otro espacio cerca de las instalaciones de esta base.

Destacó que el municipio designó a una persona para que atendiera a los canes y en promedio compran cuatro bultos de alimento a la semana; además, reconoció que son cientos los que deambulan por las calles.

El Centro de Control y Atención Canino nunca estuvo en función

El edificio nunca se utilizó como rastro por la pronunciada pendiente para su acceso y porque no existen los servicios ni la infraestructura adecuada, es decir, no caben los canales de carne, convirtiendo al edificio que se pagó con fondos del 3×1 en un elefante blanco.

Después de permanecer años en el abandono se dio un giro en la administración de José Manuel Viramontes “Pepe Pasteles”, y se planeó la construcción de un Centro de Control y Atención Canina.

A pesar de que se comenzó a albergar mascotas que llevaron asociaciones independientes, no se concluyó con las formas legales que los establecieran como un Centro de Control Canino, pues faltaba un reglamento así como instalaciones adecuadas.

En el gobierno de Fernando Uc, únicamente se entregaba alimento a los animales y la asociación rescatistas independientes que presidida Noemí Luna se encargaban de atender a los perros que recogieron de las calles; sin embargo, no se daba una atención digna a los animales enjaulados.

Algunos perros fueron sometidos a cirugía por cuenta del grupo de rescatistas y operaron sin reglamento y sin un estatuto legal.

Al inicio de la administración de Antonio Aceves, el Departamento Agropecuario se hizo cargo y presentó un reglamento, el cual desató una guerra política, ya que en él se establecía que los perros enfermos y sin posibilidades de sanar, así como los agresivos tenían que ser sacrificados.