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El proceso completo suele tardar alrededor de ocho meses, según los tiempos de tramitación de USCIS.
Las personas que mantienen un noviazgo con un ciudadano o ciudadana de Estados Unidos pueden acceder a un importante beneficio migratorio: la visa K-1, una visa de no inmigrante que permite viajar a Estados Unidos para casarse dentro de los 90 días posteriores a la llegada.
La solicitud debe ser presentada por el ciudadano o ciudadana estadounidense, a través del formulario I-129F, que se envía al Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés).
Uno de los requisitos más relevantes es que la pareja debe haberse conocido en persona dentro de los dos años previos a la presentación de la solicitud.
El formulario I-129F debe incluir el pago de la tarifa correspondiente, de 675 dólares, además de los documentos que comprueben la relación.
Entre las pruebas aceptadas se incluyen:
Fotografías juntos
Publicaciones en redes sociales
Cartas personales
Registros de llamadas o mensajes
Una vez presentada la solicitud, el caso es procesado en el centro de visas correspondiente y posteriormente enviado al Consulado o Embajada de Estados Unidos con jurisdicción sobre el país donde reside el prometido o prometida.
Allí se realiza una entrevista personal para determinar la aprobación del visado.
En caso de ser aprobada, la visa K-1 tiene una validez de seis meses y permite ingresar a Estados Unidos una sola vez. El proceso completo suele tardar alrededor de ocho meses, según los tiempos de tramitación de USCIS.
Una vez que el beneficiario llega a Estados Unidos, debe contraer matrimonio dentro de los 90 días.
Tras la boda, el ciudadano estadounidense podrá presentar una nueva solicitud para el ajuste de estatus a residente permanente (green card).
Según cifras oficiales, en 2016 fueron admitidos aproximadamente 37,000 inmigrantes con visas K-1, mientras que en 2017 la cifra descendió a unos 35,000.