Mujeres de Haití temen por su seguridad en los refugios

Las mujeres se sienten vulnerables en los refugios. | Foto: Cortesía (REUTERS).
Las mujeres se sienten vulnerables en los refugios. | Foto: Cortesía (REUTERS).

Entre las principales cosas que teme es ser víctimas de violencia sexual, algo que se volvió frecuente tras el terremoto de 2010.

HAITÍ.- Luego del terremoto registrado el 14 de agosto, se realizaron campamentos improvisados que han servido como refugios en Haití. Sin embargo algunas mujeres expresaron su temor al no sentirse a salvo en estos lugares.

Muchas de ellas viven con sus esposos y sus hijos en el césped de un estadio de futbol llamado Gabions, en la localidad de Los Cayos. Aunque no se sienten protegidas.

Tal es el caso de Vesta Gurrier quien expresó que muchas mujeres haitianas también están traumatizadas por la destrucción de sus casas por el terremoto de magnitud 7.2 que sacudió al país.

“Nos puede pasar cualquier cos, especialmente por la noche, cualquier persona entra al campo”, señaló Gurrier de 48 años.

Destacó que entre las principales cosas que teme, es ser víctimas de violencia sexual, algo que se volvió frecuente tras el terremoto de 2010.

De acuerdo con un informe de Amnistía Internacional (AI), publicado en 2014, al menos 250 mujeres fueron violadas en los campamentos.

Pues, en dichos refugios es imposible preservar la privacidad. Vesta Guerrier aseguró que no se desnuda nunca por completo para ducharse y espera siempre a que se ponga el sol.

Pero, “puede ser que me venga a enfocar una luz y ahí no sé si la persona que me ilumina es alguien que vive aquí con nosotros o si es alguien de afuera que viene a hacer lo que sea”, sostuvo.

Añadió que por falta de mantenimiento de los inodoros, estos se volvieron inutilizables por lo que ahora tienen que sufrir el que “todos los miren por todos lados”.

“Sólo las chicas pueden entender lo que les digo: las mujeres y los niños que estamos en el campo, sufrimos mucho”, suspira.

Temen por sus hijos

Otras víctimas del campo de Gabions también dan testimonio de sus temores, entre los que señalaron como principal la vulnerabilidad de sus hijos.

“Tenemos miedo, tenemos mucho miedo por nuestros hijos. Necesitamos carpas para que vuelvan a vivir con nosotros como familia”, señala Francise Dorismond, embarazada de tres meses.

Por lo que a unos metros desde el campo de fútbol, se formó otro campamento improvisado en respuesta a estos riesgos de violencia. El pastor Milfort Roosevelt, trasladó a “los más vulnerables” a dicho lugar.

“Protegemos a las niñas. Por la noche, armamos una brigada de vigilancia que circula toda la noche y se asegura que ningún chico cometa actos de violencia contra las mujeres“, explicó.

“Algunas personas siempre intentan aprovechar esos momentos para hacer lo incorrecto”, lamenta la joven madre mientras amamanta a su bebé recién nacido.

Con información de Milenio.