Inmersos en el futuro

La historia avanza cada vez más a prisa, los sucesos que se pensaban que pasarían dentro de 10 o 15 años están teniendo lugar aquí y ahora, lo cual plantea una ruptura de viejos paradigmas que conllevará a un cambio de poderes a nivel global. La generación actual de mandatarios públicos, y en general nosotros … Leer más

La historia avanza cada vez más a prisa, los sucesos que se pensaban que pasarían dentro de 10 o 15 años están teniendo lugar aquí y ahora, lo cual plantea una ruptura de viejos paradigmas que conllevará a un cambio de poderes a nivel global.

La generación actual de mandatarios públicos, y en general nosotros como ciudadanos, vamos a jugar un rol importante para definir la nación que seremos durante las siguientes cuatro o cinco décadas.

Por ello es importante hablar de la ingeniera zacatecana que viene rompiendo paradigmas desde hace mucho, Rocío Nahle.

Nahle nació en Río Grande y estudió ingeniería Química en los salones de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).

Como cualquier otro estudiante foráneo, fue común verla en los comedores estudiantiles y en las marchas.
Una vez graduada, con la bendición de su padre y sin avisarle a su madre, decidió ir a Veracruz a buscar suerte en las plataformas petroleras del golfo de México.

Rocío entró a trabajar para Petróleos Mexicanos (Pemex) en 1987; se desempeñó en diferentes ámbitos, siempre en frecuente oposición al sindicato hegemónico de La Quina y después de Romero Deschamps.

La vida de Rocío ha sido una constante lucha contra los estándares establecidos, una lucha contra el estatus quo. Muchos hubieran preferido que Rocío no fuera a estudiar a la capital del estado, que no hubiera elegido estudiar una ingeniería, o que no se hubiera ido tan lejos de la casa, porque Rocío nació mujer.

Como muchos que piensan que Rocío no puede negociar con jeques árabes o con despiadados capitalistas, hoy el mundo está derrumbando las viejas directrices.

Hoy un litro de agua embotellada vale más que un litro de petróleo.

Sin embargo, no quiere decir que esto será así siempre, no tenemos la más remota idea de lo que pueda pasar el siguiente año, por eso es importante que como nación, conservemos una soberanía alimentaria y energética.

Si bien es cierto, hoy la refinería de Dos Bocas no es un negocio redituable, no sabemos qué pase en 2021.

La patria espera mucho de los hijos del pueblo que se educan.

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