Con mis hijos no te metas

A los niños no se les debe de inculcar o adoctrinar hasta que tengan la madurez de tomar sus propias decisiones.

En un inicio el hombre primitivo y el animal eran muy parecidos; comían cuando tenían hambre, dormían cuando tenían sueño y se reproducían por instinto.

Sin embargo, hubo un momento de quiebre que permitió al hombre caminar por sobre las demás especies, esto ocurrió cuando el cerebro del hombre primitivo empezó a imaginar.

Ahora el hombre no solo comía, ahora comercializaba con la comida, no solo dormía, también soñaba con el futuro y no solo se reproducía, también se enamoraba.

En aquel momento el hombre se alejó para nunca volver a lo natural. Si bien es cierto que los hombres nacemos con alguno de los dos únicos cuerpos humanos que conocemos, ya sea femenino o masculino. También es cierto que la imaginación del hombre es capaz de pensar en mil combinaciones diferentes, y es tan válido como imaginar que un papel con una firma y un signo de número tiene valor, o pensar que el territorio donde vivimos se llama Zacatecas solo porque todos le llamamos así, aunque nada de eso sea natural.

En últimos años la discusión sobre el respeto a la diversidad sexual se ha centrado en los menores de edad, hay quienes defienden que no se les debe de enseñar nada acerca de la existencia o el respeto a la homosexualidad y lesbianismo. Debido a que los menores de edad por su falta de madurez se pueden confundir y tener percepciones erróneas sobre su propia identidad y sexualidad.

En eso estoy totalmente de acuerdo, a los niños no se les debe de inculcar o adoctrinar hasta que tengan la madurez de tomar sus propias decisiones.

Existe una iniciativa interesante sobre el pin parental que busca controlar la educación de ideología de género que se imparte en las escuelas.

Sin embargo, si queremos preservar la mente y el pensamiento de un menor de edad, también sería oportuno regular la ejecución y educación de actos religiosos, que son practicados en menores de edad sin tener capacidad de poder decidir o de entender su significado.

A mí me bautizaron sin preguntarme si estaba de acuerdo en aceptar que era un hombre pecador y que debía de ser perdonado y salvado.

Hoy con mi mayoría de edad decido ser católico, aunque hubiera preferido que se me respetara cuando era niño, sin imponerme un bautizo, una catequesis y una confirmación cuando todavía no tenía madurez mental.

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