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Ed Gein nació el 27 de agosto de 1906 en La Crosse, Wisconsin, en una familia profundamente religiosa y disfuncional.
Esta nueva temporada se centrará en la vida y crímenes de Ed Gein, ofreciendo una visión detallada de los eventos que llevaron a su captura y explorando su compleja psique.
En octubre de 2024, comenzó la producción de la tercera temporada de la serie de antología ‘Monstruos’, creada por Ryan Murphy y basada en las vidas de famosos asesinos en serie.
Charlie Hunnam interpretará a Gein, mientras que actores como Tom Hollander, Laurie Metcalf y Olivia Williams completan el elenco. La dirección estará a cargo de Carl Franklin, conocido por su enfoque preciso y oscuro en historias basadas en hechos reales.
La tercera temporada promete no solo mostrar los espantosos crímenes de Gein, sino también examinar las raíces de su trastorno mental y el entorno familiar que contribuyó a su desintegración psicológica.
Como en temporadas anteriores, la serie de Murphy buscará dramatizar los eventos con un enfoque que equilibre el respeto por las víctimas y el impacto cultural de estos crímenes.
Ed Gein nació el 27 de agosto de 1906 en La Crosse, Wisconsin, en una familia profundamente religiosa y disfuncional.
Augusta Gein, su madre. era una mujer estricta que crió a sus hijos, Ed y su hermano Henry, bajo una visión puritana del mundo, apartándolos de cualquier interacción social y convenciéndolos de que las mujeres eran una fuente de pecado.
Augusta controlaba a sus hijos de manera opresiva, moldeando en Ed una dependencia emocional extrema hacia ella. Su padre, George Gein, un hombre alcohólico y sin empleo fijo, no tenía gran influencia en la vida de sus hijos. Tras la muerte de George en 1940, la influencia de Augusta sobre Ed se intensificó, y él se aisló aún más del mundo exterior.
La represión religiosa y el aislamiento social afectaron profundamente el desarrollo mental de Ed Gein. Mientras que su hermano Henry intentó rebelarse contra las creencias de su madre, Ed permaneció completamente devoto a Augusta.
En 1944, Henry murió en circunstancias misteriosas durante un incendio en la granja de la familia. Aunque encontraron su cuerpo sin signos de quemaduras, las sospechas nunca se confirmaron y Ed no fue acusado del crimen.
En 1945, Augusta sufrió un segundo derrame cerebral y murió, dejando a Ed completamente devastado. La pérdida de su madre marcó el punto de quiebre en su vida.
Ed selló la habitación de su madre como un santuario y comenzó a sumergirse en una vida de oscuridad y perversión.
Durante los años siguientes, Gein vivió en aislamiento en la granja familiar. Mientras el mundo exterior lo consideraba un ermitaño inofensivo, en su interior Gein alimentaba una obsesión por la muerte y el cuerpo humano.
Desarrolló un mórbido interés por los cadáveres y comenzó a visitar cementerios locales, desenterrando cuerpos de mujeres que, según él, se parecían a su madre. En su mente, estas mujeres representaban un medio para mantener a Augusta “cerca” de él.
El 16 de noviembre de 1957, la desaparición de Bernice Worden, propietaria de una ferretería en Plainfield; llevó a la policía a investigar la granja de Gein.
Lo que encontraron dentro de su casa quedó grabado en la memoria colectiva; como uno de los episodios más espeluznantes en la historia criminal.
El cuerpo de Worden fue descubierto colgado y eviscerado, pero lo más macabro estaba por venir. La policía encontró una colección que incluían lámparas, sillas, máscaras y ropa hechas de piel humana.
Gein había estado confeccionando objetos y prendas a partir de los cadáveres que había desenterrado; algunos de los cuales había modificado para parecerse a su madre.
En total, se descubrieron partes de al menos 15 cuerpos diferentes, aunque Gein solo fue formalmente acusado de dos asesinatos: el de Bernice Worden y el de Mary Hogan, una tabernera desaparecida años antes.
A pesar de que la ley no lo catalogó oficialmente como un “asesino en serie” (debido a que cometió menos de tres asesinatos confirmados), la naturaleza grotesca de sus crímenes lo convirtió en una figura de pesadilla.
Tras su arresto, Gein confesó los asesinatos y la exhumación de cadáveres. Sin embargo, negó haber practicado canibalismo o necrofilia, afirmando que los cuerpos olían demasiado mal.
Durante su juicio en 1968, fue declarado mentalmente incompetente para ser juzgado y fue enviado al Centro Estatal de Salud Mental de Wisconsin, donde pasó el resto de su vida. Murió el 26 de julio de 1984 a los 77 años.
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