?Llega la magia con el teatro de títeres

La compañía de teatro Tzompantli presentó dos obras en el Jardín Juárez de Guadalupe, dentro del programa general de actividades de la Feria de la Virgen. Los actores cautivaron a la audiencia infantil con sus títeres, que presentaron Gallinita roja y  El Tamalero y el diablo. El espectáculo inició cuando salieron a escena Juanito y … Leer más

La compañía de teatro Tzompantli presentó dos obras en el Jardín Juárez de Guadalupe, dentro del programa general de actividades de la Feria de la Virgen.

Los actores cautivaron a la audiencia infantil con sus títeres, que presentaron Gallinita roja y  El Tamalero y el diablo.

El espectáculo inició cuando salieron a escena Juanito y su abuelo.

Como estaba aburrido, el niño comentó a su abuelo que jugaría con sus videojuegos, pero el adulto le dijo que era mejor escuchar historias y cuentos que pasar el tiempo en eso.

Así, comenzó a contar la historia de la Gallinita roja, quien había encontrado un enorme grano de trigo; no sabía qué hacer con él, pues estaba muy grande.

Al final decidió plantarlo, pero no podía ella sola, sí que pidió ayuda al señor burro y al señor cochino, aunque se negaron.

Como pudo, lo sembró y al otro día encontró una enorme planta con muchos granos de trigo; volvió a pedir ayuda y de nuevo se la negaron; con muchos esfuerzos cortó la planta y con los granos hizo un delicioso pastel.

Cuando llegó el rico aroma a los vecinos, salieron y le pidieron a la señora gallina que les diera un trozo, pero ella les recordó que no había contado con su ayuda y que no podía darles nada.

Sin embargo, como no era egoísta, les ofreció que a cambio de un trozo fueran y sembraran los granos que a ella le habían sobrado y después de eso invitaran a todos los animales a disfrutar de un buen trozo de pastel.

Así lo hicieron y de esa manera pudieron saborear la delicia.

El tamalero y el diablo

Al no encontrar gente mala para llevarse al infierno, el diablo se dedicó a acechar al tamalero, un hombre bueno.

Ideó un plan para tener quién lo acompañara, por lo que se propuso quitarle los tamales para echarle polvos y que así toda la gente del pueblo se volviera mala.

En un momento de distracción, el diablo por poco logró quedarse con los tamales, pero el tamalero encontró un palo y lo golpeó; sin embargo, el diablo no dejó de perseguirlo.

Como tenía tres colas, una color amarilla, otra azul muy poderosa y una roja, que es tan poderosa que podría acabar con más de la mitad de la población de Guadalupe, el diablo decidió utilizarlas contra el comerciante.

Sin embargo, él fue más astuto y terminó por quitárselas todas.

El diablo lloró tan amargamente que el tamalero se compadeció de él y le dijo que le devolvería las colas siempre y cuando jamás regresara a Guadalupe; pronto, el maligno prometió que lo haría.

Pero una gran sorpresa se llevó el tamalero por andar de confiado, porque en cuanto se dio la vuelta, el diablo comenzó a buscar el modo de hacer que la gente fuera mala y así poder llevársela al infierno.
 

Imagen Zacatecas – Claudia de la Torre




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