Juan Manuel de la Rosa y su viaje infinito en el desierto

Juan Manuel de la Rosa se distinguió por su sencillez y por sus técnicas en las artes plásticas. / Foto: Cortesía
Juan Manuel de la Rosa se distinguió por su sencillez y por sus técnicas en las artes plásticas. / Foto: Cortesía

Juan Manuel de la Rosa, artista zacatecano murió a los 76 años y será recordado por el gran legado en la plástica nacional e internacional.

MÉXICO.- Juan Manuel de la Rosa “Hijo del Desierto” como se autodenominaba y quien puso en alto el nombre de Zacatecas gracias a su extensa trayectoria como artista plástico, murió a los 76 años.

El artista originario de Sierra Hermosa, Villa de Cos, es reconocido por su trabajo como pintor, grabador, fabricante de papel y ceramista.

De la Rosa siempre dijo ser un poeta, arquitecto y chef frustrado; sin embargo, siempre plasmó estas pasiones a través de sus obras.

Algo que lo distinguió fue la constancia y la disciplina al momento de crear y llevar a cabo cada una de las piezas.

El artista se fue de su natal Sierra Hermosa por varias circunstancias, una de ellas la sequía, eso lo llevó a estudiar Artes Plásticas en la Universidad Autónoma de Nuevo León y La Esmeralda en la Ciudad de México.

Al poco tiempo, el gobierno de Nuevo León le otorgó una beca para estudiar y trabajar en el Atelier Clot, la Escuela Nacional de Bellas Artes de París y en el taller Dimitri Papageorgiou en España.

De la Rosa impartió cursos en instituciones de Argentina, Colombia, Japón, Puerto Rico y Venezuela.

Sus obras se han expuesto en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, Zacatecas, México; la Galería Amalgama, Bruselas; y el Instituto Cultural Mexicano, París.

Además, algunas de sus piezas son parte de importantes colecciones públicas en instituciones culturales de Colombia, Chile, Bélgica, Estados Unidos, entre otros países.

José Manuel de la Rosa es un artista multi premiado y que recibió con la sencillez que lo distinguía, dentro de los que destacan la Condecoración 450 Aniversario, en Zacatecas en 1996; el primer Premio de Grabado La Esmeralda en 1967; Premio Nacional de Grabado en Aguascalientes 1969;

Además lo nombraron miembro honorario de la Fundación de San Lorenzo de Barichara, Colombia.

 

Su relación con el papel

De la Rosa estudió técnicas menos conocidas para la pintura y la fabricación de papel de Japón, Egipto y Francia; su papel elaborado a mano suele estar hecho de lino, algodón o cáñamo.

Con estos enfoques tradicionales, crea capas y agrega nuevas dimensiones a sus obras de arte.

Sus piezas siempre tomaban forma a partir de la creación del papel que utilizaría y de las tinas que creaba con sus propias manos con materiales orgánicos como la grana cochinilla, de la cual se obtiene un rojo con un tono muy peculiar y que distinguió muchas de las piezas del artista.

“Cuando un autor explica la obra, la está traicionando porque debe hablar por sí misma”, expresaba de la Rosa al momento de estar frente a una de sus piezas.

A lo largo de su carrera se especializó en estudios de varias técnicas para la producción de papel hecho a mano en países como Egipto, Estados Unidos, Fiyi y Japón.

La labor del maestro Juan Manuel de la Rosa destacó no sólo como artista plástico sino como promotor del arte, la ciencia y la cultura.

Gracias a su trabajo se le otorgó su nombre a la biblioteca de la Escuela Primaria “Francisco García Salians” de Villa de Cos en el año 2009.

Sobre todo, será recordado por el amor a su tierra, el desierto, lugar que revivió y al que llenó de esperanza.

 

Un artista que amaba compartir con su tierra y con la gente

Algo que distinguió a José Manuel de la Rosa es su don de gente, era un hombre que apreciaba de sobremanera las tertulias en Sierra Hermosa; se sentaba a conversas y a compartir anécdotas, a tomar mezcal y a comer queso fresco.

Hay quienes recuerdan su mirar al recitar de memoria el poema de Kostantin Kavafis, “Ítaca”, uno de sus favoritos.

De la Rosa se inspiraba de su andar por la vida, coleccionando plantas medicinales que encontraba a su paso en el semidesierto, esto al continuar con una herencia familiar, razón por las que las conocía a fondo.

 

De la Rosa revive la esperanza en el desierto

Sierra Hermosa era un lugar a donde siempre regresaba para “recargarse”, ya que el desierto lo acompañó como un cómplice durante toda su vida, le daba fuerzas para recorrer el mundo y para seguir creando sus obras.

La comunidad donde nació se llenó de con su magia y su poesía y, gracias a de la Rosa, el lugar se reactivó a través de su iniciativa y creación del Museo Comunitario y Sala de Lectura.

Para él artista implicaba un terreno fértil en donde podrían fructificar los proyectos educativos, artísticos y culturales.

A pesar de que el proyecto autónomo de Juan Manuel de la Rosa llegó a su mente desde 2017, fue hasta el año 2000 en que se inauguró formalmente.

El artista tenía el objetivo de crear un espacio que se dirigiera a las necesidades constantes de la comunidad y en donde destacaran las actividades cotidianas como el pastoreo y la siembra.

Gracias a una primera donación de 200 libros, es que inició el proyecto “Las Aureolas” y que dio paso a un club de lectura, a una sala de exhibición, una cocina comunitaria y diversos talleres.

La bandera de Juan Manuel de la Rosa y del Museo Comunitario siempre fue la autogestión.

Gracias al artista, los niños de la localidad tienen herramientas pedagógicas que, de alguna forma, compensan la escasez de oportunidades educativas, potencializando al mismo tiempo las experiencias sensibles.

El Museo Comunitario rompió esquemas y dio paso a una nueva concepción del desarrollo comunitario, a través de la educación, la cultura y sobre todo, del amor del artista por el desierto y el arte.

 

Se va el gran artista

A través de la cuenta de Facebook del artista, sus hijos dieron a conocer la noticia: “en la madrugada del 15 de julio de 2021, nuestro padre Juan Manuel de la Rosa falleció. Su vida fue plena y bella, con auténticas exhalaciones artísticas hasta el último momento.

“Sabemos que tocó tantas vidas. Sus hijos, Valentina, Natalia y Pablo Emiliano, agradecemos el amor que tantas personas le han tenido. Ahora vive en su arte, en su recuerdo y en nuestro amor”.

Una de sus últimas exposiciones en Zacatecas se inauguró en 2019 en el Museo Francisco Goitia y se trató de una muestra pictórica de arte abstracto denominada “Diáspora Personal, inmigración y desplazamientos”.

Juan Manuel de la Rosa deja una gran huella que permanecerá en el desierto y en cada una de sus piezas.