Binomios canófilos, perros de guerra

Noyo y Noka, macho y hembra, ambos de raza Pastor Belga Malinois, son la pareja de binomios canòfilos que se encuentran en el 97 Batallón de Infantería y apoyan en la detección de enervantes en misiones especiales; así como en la búsqueda de explosivos, guardia y protección, búsqueda y rescate de personas, así como rastreo. … Leer más

Noyo y Noka, macho y hembra, ambos de raza Pastor Belga Malinois, son la pareja de binomios canòfilos que se encuentran en el 97 Batallón de Infantería y apoyan en la detección de enervantes en misiones especiales; así como en la búsqueda de explosivos, guardia y protección, búsqueda y rescate de personas, así como rastreo.

Estos canes participan en un binomio canòfilo, que consiste en un perro y un manejador;  en este caso un Militar quien los adiestra para trabajar coordinados en operaciones.

En exclusiva, Imagen realizó un recorrido a las instalaciones, donde se encuentran y entrenan de manera constante.

El 97 Batallón de Infantería tiene un espacio para seis perreras, un área de entrenamiento y otra de esparcimiento.

Las perreras están en un edificio que cumple ciertos criterios como tener un espacio para que se asoleen y otro para que puedan ser medidos y pesados para cuidar su salud.

En el   inmueble también ay un dormitorio para los manejadores quienes deben estar con los perros permanentemente, para estar al pendiente de sus necesidades y en cualquier momento estén listos para una misión.

Noka y Noyo son entrenados para detección de enervantes mediante un proceso de premio y corrección; para dicho adiestramiento la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena), utiliza seudoaromas   que son sustancias con olores similares a los de la marihuana, cocaína  y otras sustancias ilícitas.

Como parte de su adiestramiento, el manejador y el perro pasan tiempo en la pista acondicionada especialmente para ejercitarse.

En esta actividad ay tres fases, la primera consiste en que el can entrenado recorre la pista con la correa y con apoyo del militar destinado.

En la etapa intermedia, el animal ya aprendió a cruzar obstáculos sin correa, pero todavía con la presencia del militar, la tercera consiste en que el perro hace el recorrido y libra obstáculos solo con la voz de comando del manejador.

En el caso de Zacatecas, específicamente en Fresnillo, estos perros ayudaron a la detección de droga en un puesto militar de seguridad ubicado en la caseta de peaje Morfin Chávez donde se llevò a cabo el aseguramiento  de mas de 800 kilogramos de marihuana mismos que estaban escondidos en una doble pared de la cabina de un tráiler, en esa ocasión el acierto fue para Noka.

Estos perros apoyan constantemente en puestos militares de seguridad, mejor conocidos como retenes, en donde han dado excelentes resultados.

Para indicar que encontraron algo ilícito, el can se acuesta, sienta o rasga el lugar donde se detectò, porque para el animal significa que recibirá su premio luego de cumplir con su tarea.

Como parte de su entrenamiento deben cumplir con la obediencia que se ve reflejada mediante los comandos de voz y ademanes que brinde el soldado a cargo como sentarse, echarse, estar quieto, hacerse el muerto, dar la pata, ponerse de pie, arrastrarse, atender un llamado y hacer un ocho para finalizar.

El mes pasado la pareja de canes fue llevada a un adiestramiento en el municipio de Jamay Jalisco, lo que hace que su grado de eficiencia se encuentre en óptimas condiciones.

Historia
El uso de perros iniciò en 1985, luego del terremoto registrado en la Ciudad de Mèxico y desde entonces fueron utilizados para encontrar a personas bajo los escombros por lo que se dotò de unidades de binomios canòfilos a los diversos batallones en el País.

Antes de ser enviados a los cuarteles, los perros se encuentran en un criadero en la Ciudad de Mèxico, donde se les instala un chip y tatuaje para identificarlos como parte de la Sedena.

Personal del Ejèrcito Mexicano precisó que utilizan la raza pastor belga malinois y pastor alemán debido a su capacidad de obediencia e inteligencia.

Desde los cuatro meses de edad, los canes son enviados a las unidades de adiestramiento, además desde pequeños se les enseña a socializar para que en los diferentes escenarios y actividades tengan un buen desarrollo hacia los civiles.

En el caso de los Militares que se encargan del perro deben cumplir con un perfil que incluye tener gusto por los animales, asi como expresión corporal y paciencia.

La alimentación es uno de los aspectos más importantes en este binomio, ya que el manejador debe estar al pendiente de cumplir con la cantidad de croquetas que se les proporciona una vez al día, ya que tienen una dieta específica y está estrictamente prohibido darles sobrantes de comida, además deben tener la suficiente entereza y disposición para atender cualquier necesidad de su can.

Es necesario destacar que una vez adiestrado un can, el costo puede sobrepasar los 150 mil pesos.

Imagen Zacatecas – Ángel Martínez




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