Instrumentación perniciosa

José Luis Medina Lizalde.
José Luis Medina Lizalde.

La decadencia de la ganadería que alguna vez tuvo auge en Zacatecas se refleja en el tratamiento mediático a la elección de la directiva de la Unión Ganadera Regional en el municipio de Guadalupe, Zacatecas. Los medios reportaron un juego de vencidas entre equipos políticos de dos aspirantes explícitos a la gubernatura: el de Roberto … Leer más

La decadencia de la ganadería que alguna vez tuvo auge en Zacatecas se refleja en el tratamiento mediático a la elección de la directiva de la Unión Ganadera Regional en el municipio de Guadalupe, Zacatecas.

Los medios reportaron un juego de vencidas entre equipos políticos de dos aspirantes explícitos a la gubernatura: el de Roberto Luévano, “triunfador” y, el de David Monreal, “derrotado”. El equipo de éste último dejó huella en voz de un participante que fue videograbado en una reunión previa ofertando un millón de pesos en nombre del coordinador del programa “Crédito a la Palabra” con lo que el funcionario federal queda expuesto a una denuncia más tanto mediática, como administrativa y eventualmente penal.Hasta este momento se trata de versiones mediáticas.

Cierto, que el campo mexicano fue aniquilado por obra y gracia del Tratado de Libre Comercio que propició la aparición de ínsulas agro- ganaderas moderna, vinculadas al mercado externo y la devastación del aparato productivo previo, pero eso no lo explica todo.

La persistente ilegalidad que expropió sus organizaciones a los productores para convertirlos en botín electoral, desemboca en una realidad en la que cada productor se rasca con sus propias uñas, trátese de productor o secador de chile, de guayaberos, durazneros, productores de vid y muy notoriamente, ganaderos.

Desde tiempos de Echeverría, Óscar Bauer, a la sazón Secretario de Agricultura, puso en entredicho la auto complacencia oficial al afirmar que “al campesino se le organiza para votar, no para producir” , en esos entonces la decadencia del campo apenas iniciaba, hasta entonces producíamos en México lo que nos comíamos y un sobrante para exportar.

Con el advenimiento del pluripartidismo, la disciplina corporativa saltó en pedazos en la medida en que los partidos distintos al PRI reprodujeron las mismas prácticas de sometimiento a las organizaciones de productores, sindicales e inclusive cámaras patronales, lo que produjo escisiones interminables, pugnas que desplazan la agenda propia por disputas del control, por cuenta de fuerzas ajenas a la razón de existir de dichas organizaciones corporativizadas.

Hay tiempo pasado que sí fue mejor

En Zacatecas, la política clientelar pluralizada aniquiló la capacidad productiva, ahora la población que atiende la producción de alimentos ha envejecido sin generación de relevo, abundan los ranchos abandonados por la inseguridad y, las áreas comunes de los ejidos están en proceso acelerado de parcelación individual; la superficie productora de durazno se ha reducido a poco más del 10 por ciento.

El panorama de la ganadería es tétrico, a los productores los apabulla el abigeato, los riesgos de secuestro y las sequías recurrentes, las enfermedades y lo caro de los medicamentos.

Cabe decir que ahora los ganaderos zacatecanos compran en la Unión Ganadera de Aguascalientes los alimentos y los medicamentos que hace 50 años adquirían en la Unión Ganadera Regional de Zacatecas, ahora casi reducida a la condición de empresa inmobiliaria y administradora de un estacionamiento.

Durante los años de auge de la manipulación clientelar de las organizaciones, los medios de comunicación “normalizaron” la ilegal e ilegítima intromisión de gobiernos y partidos en la vida interna de las organizaciones como lo revela el tratamiento dado a la elección del pasado domingo en Guadalupe, donde dan por hecho que los votantes apoyan a Monreal o a Luévano con su preferencia interna, normalizando por anticipado la posible e inminente instrumentación de la organización a favor de una facción electorera que “ganó”.

Zacatecas necesita recuperar su potencial en agricultura, fruticultura, hortalizas y ganadería, pero no lo podrá hacer mientras las asociaciones de productores no recuperen la capacidad asociativa y democrática al mismo tiempo que respeta la definición política de cada miembro, sin caer en la trampa de la seducción clientelar a cambio de que alguien use su cargo directivo para ser regidor, diputado o alcalde,

Que repartan razones y propuestas

El primer paso debe darse desde gobierno del estado, cancelando la administración facciosa clientelar de insumos como fertilizantes, semillas, maquinaria y demás bienes públicos que hasta ahora son puestos al servicio de proyectos electorales a veces al servicio del propio titular.

La captura de las asociaciones de productores por agentes políticos externos a las mismas, es factor de fracaso en el campo zacatecano.

Los medios de comunicación tienen el imperativo ético de no validar el clientelismo, la sujeción corporativa y la intromisión de actores institucionales en ámbitos ajenos a su competencia para superar el atraso. El atraso es superable, si nos decidimos.

Nos leemos el lunes en El Recreo.




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