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El recreo

Delincuencia de cuello blanco, al acecho

Delincuencia de cuello blanco, al acecho

José Luis Medina Lizalde.

Aún es prematuro para hacer el balance de la elección judicial, pero hay una realidad que salta a la vista: Los opositores siguen sin brújula.

J. Luis Medina Lizalde
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5 de junio 2025

Una cosa es cierta: El nuevo poder judicial tendrá que contar con el respaldo popular si quiere satisfacer las expectativas de justicia que le dan origen.

Los delincuentes de cuello blanco, es decir los poderosos que se ubican en lo más alto de la pirámide económica, política y social, a diferencia de los delincuentes comunes y corrientes, cuentan con poderosos instrumentos para disputarle la opinión pública al poder que se propone aplicarles la ley como al resto de los mexicanos.

Los evasores de impuestos tendrán de entrada a Televisión Azteca como punta de lanza para presentarlos como perseguidos por el régimen, conseguirán “abajo-firmantes” en México y en el extranjero y tendrán eco en los medios de comunicación gringos y europeos que calificarán la búsqueda del fin de la impunidad de los ricos que violan la ley como evidencia de que Claudia Sheinbaum es una dictadora.

También los que lavan dinero a gran escala, los que acaparan concesiones de agua despojando a los pueblos, los delincuentes ambientales de la minería, los propietarios de grandes medios de comunicación que hacen negocios plagados de irregularidades, hasta ahora impunes, etcétera.

Primero quisieron que prevaleciera un criterio diferente al aplicado para asignar escaños y curules para que la coalición gobernante no tuviera mayoría calificada, perdieron.

Después se embarcaron en feroz campaña de desprestigio contra el “Plan C” y encubrieron sus reales intereses bajo el manto de la “División de Poderes” la “Independencia Judicial”, perdieron.

Finalmente, apostaron porque el alto abstencionismo fuera leído como evidencia de rechazo mayoritario a la reforma judicial, perdieron.

En el porvenir inmediato, el poderoso aparato comunicacional se volcará a poner en entredicho toda resolución judicial que afecte a los que con “amparos tras amparos y tras amparos” se han burlado de la ley al mismo tiempo que nos recetan discursos de defensa del estado de derecho.

Afortunadamente, no todos los integrantes de poderes fácticos son delincuentes de cuello blanco, muchos coinciden en la necesidad de que el país se libere del lastre acumulado durante tantos años de corrupción, pero la fortaleza del poder judicial que está naciendo tendrá que ser el respaldo popular que logre con su eficiente, imparcial y honesto desempeño.

Esterilidad opositora

Aún es prematuro para hacer el balance de la elección judicial, pero hay una realidad que salta a la vista: Los opositores siguen sin brújula.

Los líderes del prianismo convocan a no votar y sus gobernadores hacen lo contrario.

Todos los conocedores del tema sabían y lo manifestaron todo el tiempo, que la elección oscilaría entre un diez y un veinte por ciento de participación, su predicción se cumplió.

Las contiendas electorales son choques de aparatos oficialistas y opositores, el abstencionismo le conviene a quienes disponen del aparato con más potencia y ese siempre es el que esta bajo control de los gobernadores, por ende, todos los que promovieron activamente la abstención, una vez que se les pase la euforia de su “triunfo”, se darán cuente que ayudaron a su aborrecido gobernador a colocar a sus favoritos en el naciente entramado judicial.

Zacatecas es un buen ejemplo de lo anterior, las cifras que se conocen indican que con una votación masiva habrían salido derrotadas muchas candidaturas oficialistas, lo cual no se dio gracias al analfabetismo político electoral que se hizo presente en el proceso, lo mismo paso en Aguascalientes, Sonora, Guanajuato y párele de contar.

Los aparatos de los gobernadores no tuvieron gran dificultad para prevalecer.

Valga lo anterior para dejar de manifiesto que no es la oposición partidaria la que buscará el fracaso del nuevo poder judicial, para ello tendría que tener una alternativa, pero como le sucede en otros temas de gran importancia, más que fuerzas alternativas conforman grupos de descontentos sin programa que se agarran del tema que los medios pongan de moda.

El desafío

Buena parte de los que reflexionan la vida pública ven el crimen organizado el más formidable enemigo del nuevo poder judicial, no coincido.

La delincuencia organizada depende de la eficacia con la que aplique su ley de “plata o plomo”, sus armas son la intimidación y el dinero, pero la delincuencia de cuello blanco es más dura de vencer, sus integrantes suelen ser gente preparada, con relaciones múltiples en México y el mundo, con influencia para colocar de su lado a los grandes medios de comunicación para que en cada conflicto con el poder judicial prevalezca la versión de su conveniencia.

Solo con mucha transparencia, pulcritud legal y rectitud comprobable, el poder judicial saldrá airoso de los intentos de deslegitimar su desempeño de parte de la academia derechizada, de los grandes medios de comunicación y de los grupos descontentos por una razón u otra.

Nos encontramos el lunes en Recreo

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