La figura humilde y silenciosa del adviento

Fernando Mario Chávez
Fernando Mario Chávez

La figura de José, parece en el adviento como modelo de Fe y Virtudes para todo Cristiano.

Homilía IV Domingo de Adviento, Ciclo A, 221219

INTRODUCCIÓN

Teniendo en cuenta los personajes tipo del adviento, a saber: el profeta Isaías, Juan el Bautista y sobre todo la Virgen María, aparece en el evangelio de hoy la persona de San José, a pocas fechas de la Navidad. Si recurrimos a los evangelios nos daremos cuenta que hablan poco de María, la Madre del Señor Jesús, pero todavía dicen menos de San José, quien es sólo mencionado por los evangelistas Mateo y Lucas en el llamado “evangelio de la infancia de Jesús”. Si Lucas pone de relieve a las preguntas de María al arcángel Gabriel. Mateo, en cambio, al anunciarle que sería Madre de Jesucristo el Salvador del género humano, destaca y pone en énfasis las preguntas de José, a quien califica de “bueno y honrado”.

Precisamente en el evangelio de este domingo IV del Adviento, podríamos titularlo “el anuncio del ángel a José”, aparece éste con una caracterización muy peculiar: asombro,  duda y perplejidad, hasta el punto de haber tomado una decisión extraña: repudiar a María, su prometida en secreto, debido a que antes de vivir ya como esposos, estaba esperando a un hijo, con el agravante de que, según la ley y costumbre judías los desposorios que eran antes de la boda propiamente dicha, eran un compromiso matrimonial en firme y los desposados eran ya marido y mujer. Así el lenguaje del evangelio de hoy: “María tu mujer”, dos veces repetido.

Precisemos que la situación límite, que suscita el drama de José no radica en si cree inocente o culpable a María, pues en cualquiera de los dos extremos de este dilema, su decisión no sería honrada. Porque si cree culpable a María, ha de denunciarla legalmente; si la cree inocente, ¿por qué la repudia, aunque sea en secreto? Su perplejidad consiste más bien en que no entiende el misterio que encierra la acción de Dios y que María le ha confiado. Por eso no quiere interferirse en los planes de Dios y opta por retirarse.

 

EL ANUNCIO DEL ÁNGEL A JOSÉ Y SU ACEPTACIÓN POR LA FE, COLABORANDO EN EL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS, EN EL SENO VIRGINAL DE MARÍA SU ESPOSA

Será el ángel del Señor quien, en primer lugar, le confirme a José que la maternidad de María su esposa, es obra de Dios. La encarnación del Hijo de Dios en el seno de María se opera mediante una concepción virginal, sobrenatural y milagrosa; es obra maravillosa del Espíritu Santo y esta es la afirmación básica del evangelio de hoy. En segundo lugar, el ángel comunica a José la misión que Dios le confía: ser el padre legal del niño, quien nacerá de María su esposa. Por eso a José, le toca poner nombre a ese niño de acuerdo a la función específica del padre en la cultura y costumbres de los judíos.

En tercer lugar, por medio del ángel, Dios le da a conocer a José que con la encarnación de Jesús se cumple la profecía de Isaías (siglo 8º. Antes de Cristo) y que sintéticamente se expresa de la manera siguiente: “He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con- nosotros” (Is 7, 10-14).

José con este cumplimiento de la revelación divina, se entrega fiel y totalmente al servicio del misterio del Emmanuel y con María su esposa, realizó este misterio como cabeza de la familia de Nazaret, siendo completamente responsable y generoso de cuidar al niño Jesús, educarlo en las tareas de su profesión de carpintero y siendo fiel y amorosamente a María como esposo, ha sido desde entonces y para toda la historia de la salvación, el modelo de los padres de familia, con virtudes de fe, esperanza y amor que lo han unido para siempre al Emmanuel, velando por la Iglesia de Cristo y en compañía de María, afrontar las pruebas y retos que la vida diaria presenta, de manera eficaz y con la ayuda de la gracia divina.

La santidad de San José por esto, es fuente de inspiración para fundar, organizar y llevar adelante los retos que toda familia bien constituida por voluntad divina, debe afrontar con paz, serenidad y confianza basadas en el plan salvador que Dios con la colaboración humana lleva hacia adelante y para siempre.

LA FIGURA DE JOSÉ EN LA OSCURIDAD LUMINOSA DE LA FE

Indudablemente, la figura de José aparece en el adviento como modelo de fe y virtudes para todo cristiano. Como en el caso de María y José, también en nuestra propia circunstancia personal y comunitaria, se constata que una fe madura, supone una experiencia religiosa adulta; porque la fe, bien asimilada y vivida, es entrar en contacto con el misterio oscuro y luminoso, tremendo y fascínate de Dios, con su eterna luminosidad que toca a cada vida y que espera respuesta amorosa, generosa y fiel al estilo de María y José.

CONCLUSIÓN

¡Hermanos (as): la fe es aceptar generosa y libremente los planes de Dios en toda nuestra vida personal, familiar, comunitaria y social, con los heroísmos pequeños o tal vez grandes de la existencia cotidiana, vivida como auténticos cristianos en un mundo complejo y difícil, en el cual se desarrollan nuestra vidas, para ser testigos, de que con María, José y El Niño Dios, velan por nosotros, peregrinos y caminantes junto con ellos, hasta alcanzar la realización plena de nuestra existencia terrena en la plenitud del gozo en la vida eterna!

+  Fernando Mario Chávez Ruvalcaba

Obispo Emérito de Zacatecas




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