
Óscar Fernández Sánchez.
Atraído por todo lo que se decía del niño prodigio (solo tenía 14 años de edad) acudí esa tarde veraniega a verlo alternar.
Considero que un periodista taurino más allá de su imparcialidad, objetividad y verdad al escribir y/o hablar de toros, ha tenido en su quehacer profesional algunas preferencias y gusto muy personal acerca de un novillero, matador de toros, rejoneador, etc. Tal es mi caso.
En mi niñez disfruté del toreo de Jesús Córdoba, en el viejo coso San Pedro me emocioné con Rafael Rodríguez “El Volcán de Aguascalientes” y desde aquella tarde de “Turronero” de Jesús Cabrera lidiado de manera magistral por un chiquillo como lo era Manolo Martínez quedé impactado de su Tauromaquia .
A tal grado llegó mi admiración hacia Manolo que tuve la oportunidad de narrar numerosos festejos en donde participó el de Monterrey entre 1977 y 1988 cuando formé parte del equipo Modelo que comandó el Jefe Don Juan Francisco R. Valdivia (qepd) siendo el torero mexicano que más admiré.
Además debo recordar que otro gran “martinista” lo fue el Arq. Alfredo Martín Macias (qepd) quien me acompañó a la corrida 999 celebrada en la plaza “Lorenzo Garza” en Monterrey la noche del sábado 04 de agosto de l987 y la número mil, al día siguiente en la Plaza México.
Por lo que respecta a toreros españoles u de otro país disfruté del toreo del venezolano César Girón y de los españoles Joaquín Bernadó, José Mari Manzanares y Pedro Moya Gutiérrez “El Niño de la Capea”.
Enseguida fueron Enrique Ponce y Julián López “El Juli” a quien tuve la oportunidad de verlo una tarde de Junio de l997 en la plaza México en su presentación como novillero en la Plaza México.
Un servidor vivía en la capital de la república y atraído por todo lo que se decía del niño prodigio (solo tenía 14 años de edad) acudí esa tarde veraniega a verlo alternar con Rivelino de la Rosa y Alberto Cavazos con novillos de Jorge Hernández Andrés.
Lo que le vi esa tarde al JULI quedó para siempre grabado en mi mente y a la persona que me acompaño en el tendido (mi hijo Oscar Alejandro) le dije: ¡Este chiquillo va a ser una figura del toreo!
¡Y vaya que lo fue!
No debo olvidar su presencia en la Monumental zacatecana incluso como novillero un jueves 14 de septiembre también del año l997 alternando con Jerónimo y el zacatecano José Antonio “ Curro” Enríquez con ganado de Sergio Rojas y años después ya como matador de toros.
Mi amplio reconocimiento y gratitud al JULI por tantas satisfacciones y emociones que nos dio a lo largo de estos 25 años como matador de toros.
¡Hasta el próximo lunes!