Aparecieron las individualidades 

Mineros está ya en semifinales y lo hizo gracias al aporte de dos jugadores que no estaban programados para aparecer como héroes y definir el pase ante Murciélagos.

No solamente por los goles, pero la actuación de Noé Maya y Miguel Velázquez fue decisiva para amarrar un pase que se complicó más de lo esperado.

El capitán Maya había tenido un sensible bajón después del primer torneo.

La decisión de Pablo Marini de colocarlo hace seis meses como defensa central generó más confusión que aporte para el equipo local.

Hoy de regreso no solamente en su puesto habitual, como defensa de contención, sino el hecho de recuperar el gafete de capitán que Joel Sánchez ya le había dado a Juan Cuevas, parecen haberlo ubicado de nueva cuenta como el referente en el centro del campo de Mineros.

En el partido contra Murciélagos El Tiburón modificó y colocó a Joaquín Esquivel como contención clavado, esto le dio a Maya más espacio para incorporarse al frente y en una jugada fantástica marcó el gol que abrió el camino al triunfo.

El otro que fue figura indiscutible fue Miguel Velázquez.

Quien ubique a Velázquez como lateral se llevará un gran sorpresa.

Este elemento aporta mucho más al ataque como carrilero que lo que genera en sector defensivo.

Pese a todo Mineros le debe el pase no solo por la segunda anotación, sino por la impresionante barrida que evitó que llegara el gol de Murciélagos en el arranque de la segunda parte.

Esta barrida cuenta lo mismo que un gol, porque evitó lo que hubiese sido un golpe anímico muy complicado para Mineros.

El equipo zacatecano va ahora por la final y deberá intentar liquidar la eliminatoria en casa, con un estadio que estará lleno en su totalidad y con un rival al que ya conoce y tiene con que vencer, esperemos que lo refleje así en la cancha. 

Imagen Zacatecas – José Manuel Barrón