Tras la pista

Sabuesos
Por faltar a una promesa, le saldrá caro al constructor Salvador Galván la explotación de las orillas del río Aguanaval que se localizan en la comunidad Río Florido.

Pobladores de la zona se quejaron formalmente ante la Dirección Local de la Comisión Nacional del Agua en manos de Benjamín Mojarro, por el actuar de quien fuera uno de los constructores preferidos del sexenio anterior.

Y es que la empresa a su cargo se lleva viajes y viajes de arena de la cuenca del río dejando el sitio en condiciones muy tristes.

Para colmo, obviamente que los camiones de carga no salen muy ligeros y ya perjudicaron las calles de la comunidad.

Los vecinos reclaman que si bien logra ganancias con el material para las edificaciones, que por lo menos retribuya un poco a la localidad.

En sus manos
La gente de Río Florido había propuesto a Galván que edificara un espacio para que pernoctara el sacerdote de la parroquia y todo parecía indicar que llegarían a un acuerdo.

Solo que el empresario ya no atendió las solicitudes y allí acabó la cosa; ahora, la postura de los lugareños es que los camiones de carga no ingresarán más a la comunidad en tanto se resuelva el problema.

Tal vez sea una medida que se debería tomar en la zona urbana a la espera de que se desvíen cientos de camiones pesados que por ahorrarse la cuota transitan por El Mineral.

De estreno
Un veloz automovilista se llevó de corbata una luminaria del Paseo del Mineral, de esas en las que invirtió el gobierno estatal un presupuesto importante el año pasado.

Ya se habían tardado en estrenar el boulevard que, si bien tiene cerca de un año que se instaló la nueva iluminación por parte del gobierno estatal en responsabilidad de Miguel Alonso, no se ha inaugurado.

La situación es de esperarse pues hay zonas donde la avenida sigue en penumbras a la altura de la colonia Emiliano Zapata y ni modo de entregarla así.

Imagen Zacatecas – Marcela Espino