Sentido de pertenencia 

Uno de los proyectos más importantes del hombre y la mujer, dentro de su historia de vida, es formar una familia y, seguramente para la mayoría, formar una familia en armonía, funcional y feliz. 

Si ya te casaste y tienes hijos, si ya cumpliste con ese proyecto de formar una familia, lucha por hacerlo bien. 

Como padres una de tantas cosas que debemos hacer para educar bien a los hijos, para hacerlos hombres y mujeres íntegros, es crear hijos con sentido de pertenencia, que es el que fomenta su autoestima y seguridad.

Los hijos necesitan tener el sentido de pertenencia, pero pertenencia ¿a qué?, pertenencia a una familia, a SU familia. Esto no es tan difícil, pues se logra al tener contacto con sus abuelos, tíos o primos. 

No hay que aislar a nuestros hijos; el individualismo, es decir que cada quien haga su vida, tenga su computadora, su televisión, nos está llevando al aislamiento y eso va a repercutir en el comportamiento de nuestros hijos, en su seguridad y, en consecuencia, en su autoestima. 

Como padres debemos de hacer el esfuerzo por juntarnos; todo lo bueno en la vida cuesta, pues hay que poner esfuerzo, tiempo, ganas, organización.

Si los papás ya están ancianos y no pueden organizar, organícense entre hermanos, la vida ahora es una odisea, el tiempo se pasa muy rápido, júntense una vez a la semana o cada 15 días.

Si se puede júntense en la casa de los abuelos, si no túrnense la casa, facilítense entre todos la vida y cada familia lleve un platillo y entre todos ayuden a recoger. Vale la pena, no hay que perder esa costumbre que nos hace tanto más fuertes y seguros. 

Cuando recién se mueren los papás o los suegros cuesta mucho volver a juntarse, hay que hacer el esfuerzo para organizarse y empezar a hacer estas reuniones ya sean semanales, quincenales, pero tratar de que no pase un mes sin juntarse. 

Aparte de este sentido de pertenencia, también hay otros beneficios de juntarse en familia como mantener líneas de comunicación entre todos los familiares, pues las reuniones son una vía en la que se puede expresar algún descontento, ayuda a los niños a desarrollar formas de resolver los problemas, fortalece la autoestima de los pequeños al ver que sus opiniones se tienen en cuenta, son un muy buen momento para anunciar decisiones importantes y hablar de los problemas familiares.

Además, se intercambian ideas pacíficamente y se llega finalmente a soluciones.

Hay que reflexionar y ver que los mejores momentos de la vida se pasan en la familia. Ya ahora como persona adulta, uno de mis mejores recuerdos son las reuniones familiares que teníamos cada semana.

El sábado con mis abuelos, tíos y primos de mi familia paterna y los domingos con mis familiares maternos.

Si queremos que mejore la sociedad, hay que luchar por mantener a la familia unida, siempre hemos sabido que es la célula de la sociedad, si creamos familias fuertes tendremos una sociedad fuerte.

Imagen Zacatecas – Isabel Orendain