Mi delito… la inmadurez

Una jovencita estudiante de preparatoria se enamora del hombre equivocado. Siendo una adolescente se “junta” en unión libre con él. Pocos meses después, él cae preso por delitos contra la salud, robo y otros. Ella continúa visitándolo, sin embargo, la involucra en delitos contra de la salud y pierde su libertad. Amistades y salidas Todavía … Leer más

Una jovencita estudiante de preparatoria se enamora del hombre equivocado. Siendo una adolescente se “junta” en unión libre con él. Pocos meses después, él cae preso por delitos contra la salud, robo y otros. Ella continúa visitándolo, sin embargo, la involucra en delitos contra de la salud y pierde su libertad.

Amistades y salidas

Todavía cuando entró a la prepa era una niña muy dulce y obediente. Empezó muy bien, sacaba buenas calificaciones, de 8 no me bajaba. Solo fue cosa de que empezara a salir al centro a dar la vuelta. No sé con quiénes se empezó a juntar. Al principio olía a cerveza. Luego empezó a llegar más tarde. Era de cada viernes la salida y luego los jueves también y así le fue aumentando. Descuidó tareas y comenzaron las malas calificaciones.

Novio

Un día me llegó con un novio. Le llevaba como 8 o 9 años. No me gustó nada porque no se veía un buen muchacho. Ya se veía muy vivido. De ahí empezó a cambiar completamente. Jueves, viernes y sábado llegaba en la madrugada. Y siempre tomada. Eran regaños, horas de estar hablando con ella. De decirle que se cuidara, que la iba a embarazar nada más, que se fijara bien. No me hacía caso ella seguía “endiosada” con ese tipo. Cuando me empezó a faltar a la casa de ahí las cosas se pusieron muy feas.

Rebelde

Coincidió que para esas fechas llegó su papá de trabajar en Estado Unidos. Cuando se dio cuenta de cómo andaba esta muchacha, empezó a haber muchos problemas en la casa. Esta niña cambió mucho, de ser una muchacha buena, callada y respetuosa, se volvió grosera, gritona, irrespetuosa. Nos azotaba puertas y nos gritaba que no nos metiéramos en su vida que ella sabría. Nos decía “que les importa”. Ese tipo me la cambio completa a mi hija. Hacía lo que le daba en gana, me daban ganas de amarrarla para que no saliera, de cerrarle la puerta con llave a ver que hacía. Pues sencillo, se brincó por la ventana y de ahí me salió con que ya se iba a ir de esta casa. Habían pasado 2 meses de que conoció a ese tipo. Se fue con él. Dijo que iba a seguir en la escuela, pero que iba a vivir con él. Apenas estaba en segundo semestre de la prepa.

Embarazo

Su papá y yo fuimos a buscarla, el sujeto este dijo que se iba a casar con mi hija. Que la quería bien. Que no le arruináramos su vida y muchas cosas. Mi esposo dijo que lo iba a meter a la cárcel porque ella era menor de edad. Entonces nos dio la noticia. Se acababa de enterar que estaba embarazada, tenía 2 meses. Sentimos que nos clavaron un cuchillo en el pecho. Se me atragantaron las lágrimas. Teníamos tantas expectativas de ella, porque quería estudiar enfermería y con eso, todo se desmoronaba como un “mazapán”. El tipo nos dijo que se iba a casar con mi hija para darle apellidos al niño. No quisimos. Nos opusimos completamente. Le dijimos que solo en unión libre. Pero que siguiera en la escuela. Se quedó con el tipo, en su casa, hasta que empezaron a tener muchos problemas. Mi hija sufría mucho porque se le perdía muchos días. No llegaba y no le avisaba en dónde estaba. Solo le decía que trabajando en la mina. Un día hubo un problema porque unas mujeres lo fueron a buscar y querían golpear a mi hija que estaba embarazada. Hubo suerte porque mi esposo y yo íbamos llegando a verla y nos la llevamos para la casa. Ya casi iba a nacer mi nieta.

Más problemas

Mi nieta tenía como 3 meses de haber nacido y nosotros no dejábamos que se regresaran con este sujeto. A veces iba a verla. Pero siempre iba borracho, así no, cómo le iba yo a soltar a mi hija y a mi nieta, las dos menores de edad y el borracho.

Detenido

Poquito después lo agarraron. Suerte que tuvimos porque si mi hija hubiera estado en esa casa se la llevan también. Resultó que se había robado unas cosas de la mina donde trabajaba y lo denunciaron. Cuando lo agarraron le encontraron droga. El tipo era marihuano. Mi hija después me dijo que ella lo había visto drogarse con cocaína y marihuana, pero que a ella no le daba por su embarazo. Que si no ahorita hasta drogadicta sería.

El problema no fue que lo agarraran, el problema fue que la cabezona iba a visitarlo. Dijo que era la esposa y se metía en el Cereso para verlo. Ahí empezaron los problemas más feos.

Detenida

Un día se le ocurrió ir a verlo. Yo no sabía en donde andaba. Nada más se salía que por los pañales. Pero ese día se fue saliendo de la escuela. Llegó tarde al Cereso. Se fue en un taxi. Cuando llegaron allá se bajó del taxi y se acercó a la caseta del Cereso y no le permitieron el acceso y se regresó al taxi. Ahí se estuvo como media hora. Después dijeron que los policías vieron que ese chofer le había dado algo a mi muchacha y se volvió a ir al Cereso. Ahí fue donde me la agarraron. Se le acercó una policía y le dijo que le iba a hacer una revisión y mi muchacha le dijo que sí. Le encontraron bolistas de cocaína y de marihuana. Mi hija les dijo que eran para su esposo que estaba interno. Era la primera vez que hacía eso. Igual la metieron a la cárcel. Ese tipo la uso para eso. Era un drogadicto loco. Le había dicho que llevara a la bebé con ella. Imagínese mi hija metida en esas cosas.

Después me dijo que ella no quería hacer eso. Que ella tenía mucho miedo, pero que tampoco quería que se enojara su “esposo” con ella porque lo amaba. Yo digo que ella fue una víctima y siempre me voy a arrepentir de no haberlo metido a la cárcel porque abusó de una muchachita. Yo le decía que se cuidara, que se fijara bien lo que andaba haciendo.

Procesada

Como haya sido, ella tuvo que estar en la cárcel. Todo esto es para que otras muchachas se fijen bien con quien se meten.

Ahorita ya no se puede confiar en nadie, porque si no las violan, las embarazan o las meten a ser drogadictas. No vale la pena que anden nomás de loquillas ahí con los muchachos. Porque pueden acabar presas como mi muchacha y otras.

Adolescentes víctimas o victimarios

Las conductas delictivas, tienen una estrecha relación con múltiples carencias que tienen los adolescentes; se requiere de familias capaces de cuidarlos, brindarles oportunidades, confianza y estabilidad que les permita orientar sus valores y sentimientos dentro de límites, dados en forma firme pero amorosa en su proceso de socialización.

El Estado debe facilitar el abandono de actividades delictivas mediante la oferta de oportunidades de desarrollo e inserción social en la cual se trabaje hasta alcanzar el 100% de la cobertura en educación, mejorando la calidad y calidez de los centros educativos, con el fin de evitar la deserción escolar; pero también mediante una acción legítima de seguridad y justicia frente a quienes infringen la ley. Citando al maestro y premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez en la ceremonia de entrega del informe de la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo, en el palacio de Nariño, Colombia. De su texto “Por un país al alcance de los niños”, “…Somos conscientes de nuestros males, pero nos hemos desgastado luchando contra los síntomas, mientras las causas se eternizan”.

Privar de su libertad a muchas personas no garantiza una verdadera justicia ni tampoco se incide en las causas profundas que originan la delincuencia. Los jóvenes son responsables penalmente por sus acciones, pero al mismo tiempo son sujetos en formación que deben recibir una sanción orientada a cumplir una finalidad educadora, rehabilitadora y protectora. 

Imagen Zacatecas – Ivonne Nava García




Más noticias


Contenido Patrocinado