¿Estamos preparados para el terrorismo? 

Después de los atentados a las torres gemelas en Nueva York, parece que ya habíamos olvidado en una gran parte del mundo los estragos a nuestras vidas que puede causar un ataque terrorista.  En estos últimos días el ataque a París ha desquiciado a varias ciudades en Europa e hizo eco también en varias  de … Leer más

Después de los atentados a las torres gemelas en Nueva York, parece que ya habíamos olvidado en una gran parte del mundo los estragos a nuestras vidas que puede causar un ataque terrorista. 

En estos últimos días el ataque a París ha desquiciado a varias ciudades en Europa e hizo eco también en varias  de nuestro vecino del norte. Es de verdad incómodo y además muy lento, pasar los filtros de seguridad en los aeropuertos cuando se dispone a hacer un viaje nacional o internacional. 

Escuchaba en una cadena de noticias internacionales los últimos atentados terroristas en lugares de África, donde hicieron explotar un autobús que transportaba miembros de la guardia presidencial y dejó al menos 12 muertos, o, por otro lado el ataque a un hotel en Sinaí que dejó a siete víctimas al menos. 

En ambos casos mencionados, así como en el de París, fuera de lo lamentable que es el ver las pérdidas humanas por asuntos de este tipo, las cicatrices y los recuerdos que quedan hacen más daño casi que los mismos atentados. Para muestra podemos tomar a Túnez, país en el que este atentado parece haber dado el golpe de gracia a la industria turística donde estaban recibiendo anualmente a cerca de 6 millones de personas. Este tipo de industria comenzaba a crecer tras 4 años sepultada por la Revolución que en 2011 derrocó el régimen dictatorial de Zinedin el Abedin Ben Ali. 

Si recapitiulamos un poco, el atentado anterior del Bardo en este país acabó con el primero de sus pilares, los cruceros por el mediterráneo que tenían una de las paradas más atractivas. El atentado del pasado viernes terminará sepultando el turismo de sol y playa, el de los hoteles balneario de todo incluido mismo que es catalogado como el segundo sostén del sector, que apenas tiene desarrolladas muy pocas formas de hacer turismo. 

El golpe al sector es tan grave que terminó con la temporada alta justamente cuando comenzaba. Para serle más claro, la industria sin chimeneas otorga directamente un millón de empleos, que representan el 10% de la población total. Si le suma a esta cifra la detención de pago de créditos y estancamiento de la economía, puede darse cuenta fácilmente del problema provocado. 

Un caso muy similar se tiene en la región del Sinaí, punto bendecido por las montañas donde la actividad turística juega un papel muy importante. 

En el caso de París, los industriales turísticos se quejan de la baja de visitas desde el atentado anterior a la revista Charlie Ebdo donde para serle claro, los hoteles han perdido cerca de un 25% de su ocupación normal. Es increíble ver las recepciones de los hoteles más importantes sin el barullo al que estaban acostumbrados sus empleados. 

Los parisinos comentan casi lo mismo que la gente de Túnez, después de días tan difíciles, todo indicaba que el turismo para la temporada de diciembre se recuperaría, cual sería su sorpresa al saber que la temporada terminaría también antes de tiempo. 

En la misma región europea, los belgas fueron puestos en situación extrema con un toque de queda de varias noches donde el transporte público, las escuelas, servicios y centros comerciales permanecieron cerrados por la misma razón, la amenaza de un nuevo ataque terrorista, lo peor es que al día de hoy no se sabe nada del autor material del atentado de Francia, ni de las reacciones que vendrán por parte de los agresores. 

Por lo pronto los causantes de estas catástrofes están logrando su objetivo, el cual es tener al mundo asustado por los acontecimientos vividos, por un lado los norteamericanos ya lanzaron alerta a sus viajeros de que no es seguro salir por los riesgos a su integridad física en algunas regiones del mundo, supongo que algunas otras embajadas harán lo mismo y lo peor, es que se frena la actividad turística mundial. 

Pero después de estos datos me pregunto, ¿nuestro país está preparado para vivir una situación de esta clase? No sé si usted se haya puesto a pensar ¿cual sería nuestra reacción como ciudadanos y la del gobierno? No se si ante una alerta de este tipo las decisiones tomadas por el gobierno se politizarían y terminarían como siempre siendo la comidilla de los creadores de memes. 

Siendo honestos, nuestra entrada por el sur puede convertirse en un problema mayor si la situación fronteriza continúa como hasta ahora. Ojalá nos preocupra más el libre acceso de las personas de centro y Sudamérica que parece a la fecha solo nos han traído problemas. 

Si hace 5 años la guerra contra el narcotráfico casi nos saca del panorama a los estados del centro norte de la República no quiero siquiera imaginar qué pasaría con alguna situación relacionado al terrorismo. Los tiempos cambian y en este entorno mundial no podemos quedarnos atrás en cuanto a estas situaciones se refiere. 

Para terminar solo invitarlo a que estemos alerta ante cualquier aviso y reportarlo a las autoridades correspondientes. Definitivamente no nos podemos dar el lujo de cometer nuevamente el mismo error y dejar que un problema que no tenemos nazca, ya que la industria turística de nuestro país no lo resistiría, piénselo. 

Hasta la próxima. 

Imagen Zacatecas – Raúl Muñoz del Cojo