
Todo lo que sabe se lo heredó su papá.
GUADALUPE.- Don Raymundo Gallegos Guevara es originario de Rincón de Romos, Aguascalientes; pero es zacatecano por adopción, ya que tiene 36 años radicando en Guadalupe, donde se gana la vida como bolero. En su tierra natal trabajaba como liniero electricista, instalando redes y líneas de electricidad “desde hacer el agujero hasta que dejábamos la luz … Leer más
GUADALUPE.- Don Raymundo Gallegos Guevara es originario de Rincón de Romos, Aguascalientes; pero es zacatecano por adopción, ya que tiene 36 años radicando en Guadalupe, donde se gana la vida como bolero.
En su tierra natal trabajaba como liniero electricista, instalando redes y líneas de electricidad “desde hacer el agujero hasta que dejábamos la luz prendida” comentó, mientras le daba bola a un par de botas negras.
En 1982 “la necesidad, dijo aquel”, lo obligó a mudarse a Guadalupe y aprovechando los conocimientos que le heredó su padre, quien fue el primero de su generación en dedicarse a la boleada, se puso a trabajar en este oficio.
Su cambió de vida fue total, porque para ese entonces había nacido su hija y tenía el compromiso de sacarla adelante para que en el futuro no le faltara nada y así fue.
El primer lugar donde se instaló a ofrecer el servicio de boleado fue en el Mercado de Guadalupe y posteriormente lo removieron a la Alameda, a unos cuantos pasos de su sitio original, donde lleva ya más de tres décadas como boleador de calzado.
Sus clientes son muchos, pues se los ha ganado con el paso de los años y acuden con don Ray cuando necesitan que su calzado luzca presentable; mientras les da bola platica de manera amena de diferentes temas.
Los ratos con don Raymundo son amenos, él disfruta de tener sus manos manchadas de tintas de diferentes colores, las que utiliza para darle limpieza a los zapatos, las botas, los guaraches de hombres y mujeres, quienes saben que ir con don Ray es sinónimo de garantía y buen servicio.
Su pequeño puesto de fierro es testigo del pasar del tiempo; en la parte alta se puede leer Bolería Xóchitl, a donde llegar todos los días desde las 8 de la mañana para iniciar a dar bola con la mejor actitud.
Don Ray disfruta y se siente orgulloso de su trabajo, porque sabe que este oficio le dio para sacar adelante a su familia y porque conocer personas nuevas es su mayor motivación, pues acuden a él para limpieza de su calzado y que después regresen no tiene precio.
Otra de las actividades que don Raymundo goza es practicar la danza de los matlachines, siendo considerado por sus amigos y conocidos como un excelente danzante.
De esta manera es como Raymundo se gana la vida a sus 63 años y piensa seguir en el oficio hasta que sus fuerzas se lo permitan, siempre con la mejor disposición de servicio.