Landi Miroslava, una madre que mira cara a cara a la muerte sin temor

Foto: Miguel Alvarado
Foto: Miguel Alvarado

Prepara a las personas fallecidas para que sus familiares les den el último adiós.

Landi Miroslava Alvarado es una madre de familia que todos los días ve cara a cara a la muerte sin temor. Empleada en Salas de Velación Issstezac, su trabajo consiste en preparar a las personas fallecidas para que sus familiares les den el último adiós.

Reconoce que es una actividad poco usual, pero eso la hace sentirse orgullosa de la labor que realiza, la cual considera fundamental para las personas que pierden a un ser querido, pues mientras ellos se están sumergidos en el dolor, ella hace su trabajo para aligerar el triste proceso.

Con cinco años en su actual empleo, Landi comparte que no siente temor de trabajar diariamente con personas fallecidas, pero últimamente reconoce que sí le preocupa contagiarse de coronavirus, por lo que ha extremado las medidas sanitarias.

Para esta madre de familia, su función abarca desde ir recoger a la persona fallecida, ya sea a hospitales, a algún domicilio particular o al Servicio Médico Forense.

Posteriormente, traslada el cuerpo a un laboratorio, donde se encarga de realizar el proceso de embalsamamiento, para evitar que este expulse olores desagradables durante su velación.

Tiempos de pandemia

Si bien hasta ahora Landi había hecho su trabajo sin ningún problema, la crisis sanitaria que se vive actualmente le representa un mayor riesgo, ya que está expuesta a contraer cualquier tipo de bacterias o virus, incluido el Covid-19.

Incluso, comparte que nunca antes le preocupó saber de los antecedentes de las personas fallecidas, de las que muchas veces ignoraba su identidad, pero ahora, este es un aspecto que sí le llama la atención.

Por ello, acepta que le genera un poco de incertidumbre trabajar en tiempos de pandemia, pues de ser contagiada, esto no sólo le afectaría a ella, sino también a su familia.

Pese a los riesgos todos los días sale dispuesta a dar los mejor de sí en su trabajo, pues de esto depende su familia, por lo que es optimista y confía en que no pasará nada en su entorno, ya que han cumplido estrictamente las medidas de higiene.

Para ello los empleados de la funeraria se esmeran en realizar una limpieza constante en las instalaciones, además de utilizan atomizadores con cloro para sanitizar los cuerpos.

Previo a la preparación de los cadáveres, el personal debe portar botas de hule, overol, guantes, cubrebocas y caretas para evitar cualquier infección sanitaria.

Actividad esencial

A diferencia de otros negocios que se han visto afectados por la pandemia, Landi destaca que el trabajo que se realiza en las funerarias es muy importante para las personas, por ello, se mantiene al pie del cañón, pues sabe de la importancia de servir a la ciudadanía en momentos tan críticos como el que se vive en la actualidad.