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Libreros advierten crisis económica y pérdida del hábito de lectura.
ZACATECAS.- A diez días de su instalación, la Feria del Libro en el Portal Rosales atraviesa un panorama desalentador, al registrar ventas prácticamente nulas, según relataron los libreros participantes.
El evento inició el 8 de diciembre y concluirá el 18, sin que hasta el momento se observe una recuperación en la demanda.
De acuerdo con los vendedores, el comportamiento del público dista de lo registrado en años anteriores, cuando para estas fechas ya se había colocado una cantidad significativa de ejemplares. En contraste, ahora los libros permanecen en los estantes, pese a los descuentos que van del 10 al 25 por ciento.
Uno de los libreros explicó que la situación económica de la población influye de manera directa, ya que muchas familias priorizan los gastos de fin de año y postergan la compra de libros.
“La gente está ahorrando o destinando su dinero a otras necesidades”, señaló.
Sin embargo, otros comerciantes consideran que la baja demanda no responde solo a lo económico, sino también a una disminución del hábito de lectura, especialmente entre jóvenes y estudiantes. A su juicio, el entretenimiento digital y el uso intensivo de redes sociales desplazaron el interés por los libros impresos.

Además, los libreros coincidieron en que la inseguridad, la caída del turismo en la capital y las movilizaciones sociales, como marchas o bloqueos carreteros, redujeron la afluencia de visitantes al centro histórico, lo que impactó directamente en las ventas.
Recordaron que en ediciones pasadas la feria lograba vender decenas de ejemplares por día, una situación que hoy resulta lejana. Pese a ofrecer títulos a precios accesibles, incluso casi al costo, el público no responde como antes.
Finalmente, los participantes lamentaron que Zacatecas, antes considerada una tierra de lectores, muestre un deterioro evidente en este hábito. Advirtieron que, de mantenerse esta tendencia, podrían surgir consecuencias sociales y educativas negativas a mediano y largo plazo, por lo que urgieron a reforzar políticas públicas y estrategias culturales que fomenten la lectura.