Enfrenta Adriana Rivero el reto de defender a las mujeres

Como titular de la Secretaría de las Mujeres (Semujer), Adriana Rivero Garza comparte que hay quien la ve como la responsable de defender y mejorar la situación de las mujeres en el estado, cuando la realidad es que el tema compete a todo el gabinete.

La funcionaria es licenciada en Derecho y se ha especializado en otras áreas como derecho constitucional, feminismo, estudios de género y recientemente en historia.

Reconoce que ha tenido que enfrentar una cultura machista para salir adelante, pero no cambiaría nada de su vida.

¿Cómo incursionó en el servicio público?

Por el trabajo que había tenido con el propio Instituto Nacional de las Mujeres como consejera y como representante ante la ONU, pues justamente para revisar la condición social y jurídica de la mujer.

¿Por qué aceptó este cargo?

La verdad es que fue una invitación que me hicieron para trabajar desde la experiencia que había tenido como docente, pero también, desde el acercamiento que en los últimos años había tenido con la sociedad civil organizada.

¿Ha sido difícil estar al frente de la secretaría?

Sí, ha sido difícil, porque prácticamente vas todos los días trabajando contra corriente, porque justo vas tratando de romper todas las barreras y desigualdades que existen entre mujeres y hombres, en todos los espacios.

¿Cuál ha sido el reto más difícil que ha enfrentado en este puesto?

El obstáculo o la limitación más recurrente es el tratar de romper las resistencias que existen en todas y cada una de las personas que trabajan en las instituciones. Hay una estructura machista, misógina que existe al interior de las instituciones y que también es reflejo de la sociedad.

¿Su condición de mujer le ha beneficiado o le ha perjudicado para salir adelante en su trabajo?

Como mujer te puedo decir que hay algunas que somos más privilegiadas que otras, pero la verdad es que sí, en muchas ocasiones el hecho de ser mujer, permite ser discriminadas y violentadas. En mi caso no es la excepción, es una realidad que no podemos negar.

¿Cuál es la lección que le ha dejado encabezar una secretaría de Estado?

A veces me lo cuestiono y lo reflexiono, he tenido la fortuna de trabajar en la academia, en la sociedad civil y en las instituciones, entonces digamos que conozco esos tres ámbitos.

En el académico la verdad es que es muy lindo y va a seguir siendo mi pasión, la investigación, pero finalmente estas trabajando con conceptos, teorías y eso a veces es muy difícil bajarlo a la realidad de las mujeres.

En la sociedad civil, sí te enfrentas cotidianamente y acompañas a las mujeres que viven situaciones diversas de desigualdad, de violencia y a veces es muy sencillo cuestionar a las instituciones.

Desde las instituciones el reto ha sido mayúsculo porque tienes los conceptos, tienes esa capacidad de reclamo, de protesta, sin embargo, como instituciones tienes que resolver los problemas.

¿Ha tenido que reprimir sus emociones (miedo, alegría, tristeza, depresión) para demostrar fortaleza?

Te mentiría si te digo que no es así, la verdad es que sí vivimos casos muy complejos e incluso en la toma de decisiones, a veces una tiene que enfriarse la cabeza por que quisiera actuar desde ese enojo y desde esa indignación, sin embargo, también como responsable de una institución, debes tomar decisiones apegadas a lo que la ley marca.

Como mujer, ¿se ha sentido vulnerable en el puesto?

Por supuesto que sí, eso tampoco se puede negar, no vulnerable, pero sí muchas veces no tomada en cuenta o excluida o no valorada en el trabajo que se realiza, porque pareciera que la secretaria de las Mujeres es la responsable de todas las mujeres en Zacatecas y la responsable de todas las desigualdades y no es así.

¿Ha enfrentado problemas con sus subordinados que la reten por el sólo hecho de ser mujer?

No lo puedo negar, he enfrentado esas situaciones no solamente de hombres sino también de mujeres que sí cuestionan el hecho de recibir una instrucción de una mujer, eso también forma parte de nuestra cultura.

¿Se siente al mismo nivel que sus compañeros varones del gabinete?

Entre servidores públicos no es el mismo trato que le dan a un secretario que a una secretaria y mucho menos secretaria de las Mujeres, eso es una realidad. Se tiene que trabajar en ello.

¿Se siente usted reconocida por sus compañeros del gabinete?

Sí, por muchos de ellos sí, si lo puedo decir abiertamente, es un trabajo y un lugar que insisto se va ganando, se va construyendo y sobre todo, desde la posición que una también va asumiendo.

¿Considera que debería haber más mujeres en el gabinete?

Por supuesto que sí, además no es que lo considere, ya es una obligación, el principio de paridad constitucional es obligatorio para el Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial, ahora tiene que ser una realidad en los municipios.

Si tuviera la oportunidad, ¿cambiaría algo de su trayectoria profesional?

No, yo creo que no, yo creo que todas las experiencias han sido de mucho aprendizaje para mí.