Cuatrillizos le cambian la vida a pareja que no podía tener hijos

Carlos y Ana son un matrimonio originario de Momax que después de un año sin poder tener hijos se sometieron a un tratamiento y nunca imaginaron que la bendición llegaría multiplicada por 4, ahora viven una verdadera aventura con sus pequeños cuatrillizos quienes se aferraron a la vida. Fue el 28 de septiembre de 2017  … Leer más

Carlos y Ana son un matrimonio originario de Momax que después de un año sin poder tener hijos se sometieron a un tratamiento y nunca imaginaron que la bendición llegaría multiplicada por 4, ahora viven una verdadera aventura con sus pequeños cuatrillizos quienes se aferraron a la vida.

Fue el 28 de septiembre de 2017  que nacieron Ian, Ana, Iker y Alan, para cambiar la vida de sus padres, que han hecho una labor heroica por sacarlos adelante ya que solo han recibido un vale por mil pesos y cuatro paquetes de pañales por parte de las autoridades.

Ambos trabajaban en una tienda de pinturas, contrajeron matrimonio y durante un año intentaron tener un bebé hasta que se sometieron a un tratamiento y lo lograron.

“Lo primero que pensamos es por fin vamos a tener un bebé, le avisamos a nuestros parientes, sin saber lo que después vendría”, comentó Carlos.

Una semana después de recibir la noticia, Ana sufrió una complicación, se enfermó y Carlos la llevó a Tlaltenango, donde les dijeron que tenían que ir hasta Guadalajara.

Ya en la clínica 89 del IMSS en Guadalajara les dijeron que se trataba de un embarazo múltiple, pero en ese momento creían que eran 3 niños.

En otro chequeo arrojó que eran 4 pequeños, su ilusión creció y su amor se multiplicó, pero también su preocupación por saber si todos sobrevivirían.

“Nos dijeron que en este tipos de embarazos se puede morir uno o dos niños y estábamos con la esperanza de que todos lograran sobrevivir”, explicaron.

Ana se fue con anticipación a Guadalajara, Carlos se quedó trabajando y de inmediato salió para alcanzarla, pero se enteró en el camión que ya nacieron sus pequeños.

“Cuando recibí la noticia le tuve que dar un abrazo a un pasajero, que ni conocía, me dijo: felicidades”, recordó.

Los bebés nacieron prematuramente a la semana 30 pesando tan solo un kilo cada uno, Ian y Ana fueron los más sanos, Iker y Alan tuvieron complicaciones a causa de  una neumonía.

“Uno no tenía sus pulmones desarrollados, el otro no tenía su estómago desarrollado, fue difícil verlos entubados”, platicó el papá.

Conforme pasaron los días la salud de los bebés mejoró y pudieron llevárselos a casa para satisfacción de ambas familias.

Tener 4 bebés cambió la dinámica de Ana y Carlos, quienes se tienen que multiplicar para atenderlos, darles de comer y dormirlos, en una misión de padres difícil que han sabido sobrellevar.

Carlos apuntó que la mayoría de la leche se la dan por su seguro, pero en ocasiones hay desabasto por lo que tiene que comprar una parte.

Gana mil 100 pesos a la semana y Ana no puede regresar al trabajo por los cuidados que necesitan los bebés, ya que no tienen quien los ayude.

El único apoyo que han recibido por parte de las autoridades fue un cheque de mil pesos y cuatro paquetes de pañales del DIF Estatal solo una vez, pues la instancia municipal les dijo que no había recursos.

“Los del DIF Estatal dijeron que cuando nacieran nos iban a dar un apoyo de leche y pañales aunque sea por el primer año, pero no hemos recibido nada”, apuntó.

Los compañeros del trabajo son quienes le han dado la mano con la organización de rifas para obtener dinero para la leche, pañales y ropa.

Ambos comentaron que el desgaste también ha sido físico, pues no descansan buena parte de la noche porque mientras unos duermen otros lloran.

Sin embargo ven a sus pequeños como unos verdaderos guerreros que se aferraron a la vida, que los motivan a seguir luchando y que esperan sacar adelante a pesar de todas las adversidades económicas que se presenten.

Imagen Zacatecas – Alejandro Castañeda