Continúan wixáricas luchando por vender sus productos

Los wixáricas continúan trabajando en el cerro de la Bufa. | Miguel Alvarado.
Los wixáricas continúan trabajando en el cerro de la Bufa. | Miguel Alvarado.

Por la suspensión del teleférico y el temor de las personas a contagiarse la afluencia en el lugar era prácticamente nula.

ZACATECAS.- Artesanos de origen wixárica que se instalan en la Bufa comparten las dificultades que se han enfrentando debido a la pandemia, y la esperanza que tienen en la reapertura del teleférico para mejorar sus ingresos económicos.

Alicia González es una mujer artesana, trabajadora de la chaquira,  profesión que fue aprendida de sus padres y estos a su vez de sus ancestros quienes fueron pasando el conocimiento generación tras generación.

Al igual que la habilidad con las artesanías, la familia de Alicia es fiel a las tradiciones de su etnia; de hecho su lengua se ha mantenido intacta; por lo que se comunican entre sí.

La artesana compartió que tienen permiso por parte del Ayuntamiento de Zacatecas para colocarse en la entrada del teleférico; sin embargo, en los meses de pandemia se les solicitó resguardarse en sus hogares debido a que su comercio no es esencial.

Cuando llegó la Nueva Normalidad a Zacatecas, se les dio luz verde para salir a vender sus productos; no obstante, por la suspensión del teleférico y el temor de las personas a contagiarse la afluencia en el lugar era prácticamente nula.

Alicia González compartió que en las últimas semanas las ventas han aumentado, al día suelen vender entre 100 o 200 pesos y las ventas aumentan durante los fines de semana. La artesana comentó que antes de la pandemia, sus ventas eran de hasta mil pesos al día en temporadas de vacaciones o puentes.

“En la cuarentena estaba en la casa, y algunos subíamos a vender sacabamos muy poquito dinero a veces solo para las tortillas”, dijo la artesana.

Alicia tiene que mantener a tres hijos, una es menor de edad y tiene menos de cinco años; en los meses de pandemia a veces no podían ajustar para comer, ni siquiera para un kilo de tortillas.

La comerciante de artesanías vende desde pulseras, collares, anillos, aretes, carteras y hasta cachuchas; pero debido a la pandemia también ha entrado en el comercio de los cubrebocas artesanales, los cuales han tenido una gran demanda.