¿Y ahora, quién podrá ayudarnos?

Raúl Muñoz del Cojo.
Raúl Muñoz del Cojo.

Qué pena que para cumplir el capricho de una persona se tenga que arriesgar de esta forma a la aviación en nuestro país

No sé si el término idóneo para describirle mi última experiencia en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México sea de vergüenza, tristeza o desesperación ya que las condiciones del mismo cada vez son peores y no debemos de olvidar que hasta el día de hoy, sigue siendo una de las entradas principales del turismo internacional a nuestro país.

Si hago caso a las frases de mis abuelos ellos seguramente me dirían “piensa mal y acertarás”, pero en lo que son peras o manzanas las condiciones del AICM son deplorables y, por si esto fuera poco, los zacatecanos nos sacamos la rifa y nos toca salir o llegar a la T1, la cual se encuentra en peores condiciones que la T2, con espacios saturados, con una falta inminente de mantenimiento y tan descuidada en lo general que comienza a dar muy mala impresión.

Desconozco la razón, pero el olor a drenaje predomina desde que pone uno los pies en estas instalaciones, el deterioro de sus corredores, salas de espera caducas y encerradas, los servicios y trámites migratorios por otro lado dan una pésima bienvenida a los que arriban a la ciudad de los palacios. Pero tristemente esto no acaba aquí ya que la demora en la entrega de equipajes cada vez es peor. Posterior a esto solo le faltará pasar aduana y estará del otro lado. Si quiere trasladarse de la T1 a la T2 o viceversa, tendrá que esperar a que autobús interno lo lleve ya que para el uso del tren se debe de salir de la zona de seguridad.

Además de lo anterior, para trasladarse a su destino final deberá contratar forzosamente un taxi del aeropuerto ya que usted como cliente no tiene derecho a pedir un servicio de taxi por aplicación. Tal vez para los nacionales lo entiendan, pero después de oír las barbaridades que se oyen en noticias de la CDMX en el extranjero, ¿Imagina usted la posición de una persona que viene del otro lado de nuestras fronteras?

Como comentario adicional le digo que en otros aeropuertos que he visitado, si usted quiere que vaya por un servicio de transporte por aplicación, tiene que irse a un lugar especialmente designado para esto, mientras que los taxis tienen su lugar privilegiado por si lo que quiere es tomar este servicio.

Por si esto fuera poco, después de algunas auditorías llevadas a cabo por parte de la Administración Federal de la Aviación de los Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés), nuestra aviación no logró solventar cerca de 30 observaciones que nos hicieron hace más de un año y que a la fecha nos mantienen en categoría 2. Si la memoria no me falla se degradó a nuestro país en mayo y el gobierno ofreció recuperar la categoría 1 en los siguientes 4 meses.

Dentro de los puntos que no fueron cumplidos me llaman la atención la falta de acreditación que se tiene en la revisión del estado físico y psicológico de quienes portan una licencia para volar, particularmente los que se relacionan con los certificados en medicina de aviación.

En materia de capacitación seguimos estando lejos debido a que tampoco se pudo acreditar que inspectores y verificadores de la AFAC cuentan con la capacitación adecuada. Qué pena que nuestro país siga reprobado y el proceso para subir a la categoría 1 siga estando abierto, incierto e indefinido. Por parte de las autoridades estadounidenses las medidas se endurecen, cambian a inspectores y seguirá la comunicación institucional de una manera bidireccional.

En comentarios no oficiales se rumora que seguimos degradados por la falta de personal, capacitación y bajos salarios. El fracaso de esta revisión técnica no hace más que evidenciar el problema que tenemos y que desafortunadamente no hay fecha para su arreglo.  Le recuerdo que en el gobierno de Felipe Calderón México perdió la categoría 1, misma que se recuperó 6 meses después.

Me queda claro que en años anteriores previos a pandemia, el AICM trabajaba con más operaciones siendo más eficiente. Su mantenimiento era constante y las fallas que vemos ahora no existían. Concluyo el tema con 2 hipótesis:

  1. a) No se han podido poner al corriente en cuanto a sus operaciones gracias a los rezagos que dejó el Covid-19, puede ser también que la quinta ola esté afectando o que los procesos de revisión para todo son ahora diferentes.
  2. b) Se está dejando al olvido para sin escapatoria todas las aerolíneas tengan que emigrar al AIFA en un futuro no muy lejano.

Mientras que el aeropuerto de Toluca siga inoperante y el AIFA tenga tan pocos vuelos, la realidad del AICM no está en el aire. Qué pena que para cumplir el capricho de una persona se tenga que arriesgar de esta forma a la aviación en nuestro país.

Independientemente de la suerte del aeropuerto de la CDMX, sin dudarlo nuestras autoridades se deben de aplicar para regresar al nivel que se tenía, dejar atrás vicios añejos y ser objetivos finalmente para una correcta toma de decisiones, sea donde sea urge poner seriedad al asunto.

Es una tristeza cuando uno comienza a tomar altura desde nuestra capital, ver la enorme “X” que pudo haber sido un aeropuerto de primer mundo, pero… si a nuestro presidente no le interesa el turismo, imagínese usted si le interesa la aviación, me duele decirlo pero cada vez estamos peor. Hasta la próxima.




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