No olvidemos a Acapulco

Raúl Muñoz Del Cojo.
Raúl Muñoz Del Cojo.

Aunque muy complicada, la historia del puerto nos muestra a gente pujante que no se achica y siempre sabe cómo salir adelante.

No sé para usted, pero para un servidor el hablar de Acapulco es traer a mi mente recuerdos inolvidables. La primera ocasión que visité el puerto fue toda una aventura ya que acudimos en plan de vacaciones familiares y tanto mi hermana como yo éramos niños aún. Recuerdo La Quebrada, un hotel donde nos hospedamos que estaba por el rumbo y tenía una alberca de agua de mar, lo mejor de todo; que vimos en ese viaje a unos vecinos con los que convivíamos mucho y por motivos de trabajo sus papás tuvieron que emigrar al puerto.

La segunda etapa de recuerdos viene de mi paso por la universidad donde por fortuna tuve a dos compañeros que eran de allá los que me permitieron conocer como local la vida de una ciudad turística importante. Con ellos recorrí playas, restaurantes y centros nocturnos en jornadas donde el astro rey nos hacia la mala jugada de aparecer a destiempo mientras nosotros seguíamos de fiesta.

Luego arribó la época de las bodas de algunos amigos, pudimos disfrutar también del abierto mexicano de tenis donde la mezcla entre deporte y diversión simplemente llenaron todas nuestras expectativas. Recientemente he tenido la oportunidad de acudir por motivos de trabajo a un par de tianguis turísticos ya albergados en la zona diamante. Sin duda el Acapulco previo al huracán Otis marcará un antes y un después muy complicado para los locales.

Y como ya sabe que para hablar de lo presente y lo que veo a futuro para este destino, pasaremos por la historia de este paraíso ya que sin duda le debemos el crecimiento internacional turístico de nuestro país.

Si bien la historia del lugar es muy amplia, me enfocaré a lo más importante del siglo 20, ya que su esplendor comienza en la década de 1950 donde comenzaron a visitarlo estrellas de Hollywood.

A mediados de la década de 1940 se construye el primer muelle comercial y almacenes. En el 49 se inaugura la famosísima costera Miguel Alemán, el paseo turístico del puerto y más tarde la principal arteria de la ciudad, detalle que marcó el inicio del desarrollo de la infraestructura hotelera de alto nivel en esta paradisiaca playa. En esa época se comienza también la construcción de la carretera escénica con el fin de comunicar a la Av. costera Miguel Alemán con la carretera Cayaco-Puerto Marqués; vía que serviría más tarde para conectar al centro de Acapulco con el Aeropuerto Internacional construido en 1954.

Entre los 50´s y 70´s Acapulco fue el lugar favorito para vacacionar de los llamados Jetset de los cuales venían John F. Kennedy y su esposa Jacqueline y Elizabeth Taylor entre muchos más. El puerto también ha servido de locación para películas tales como “la dama de Shangai”, “Tarzán y las sirenas” y “Fun in Acapulco” entre otras.

A finales de los 50 aparecen los fraccionamientos de Las Brisas y Brisas Guitarrón, albergando las casas más lujosas de empresarios y artistas nacionales e internacionales. En el 68 Acapulco albergó los eventos de navegación de la olimpiada llevada a cabo en nuestro país en el mismo año.

En el 93 se inaugura la carretera de Cuernavaca a Acapulco conocida actualmente como la autopista del sol y como no recordar la tragedia de la madrugada del 9 de octubre de 1997 donde la ciudad fue devastada por el Huracán Paulina que provocó una de las mayores tragedias del lugar en los últimos 88 años, reportando una gran cantidad de decesos y damnificados.

Tristemente los golpes de la naturaleza no han dejado en paz a Acapulco ya que la tormenta tropical Manuel en el 2013 afectó parcialmente al puerto y quedó incomunicado por vía terrestre y aérea por casi 5 días. Se reportó la muerte de personas y daños e inundaciones en la zona Diamante particularmente. No debemos dejar pasar la pandemia y el sismo que sufrieron en el mismo año.

Aunque muy complicada, la historia del puerto nos muestra a gente pujante que no se achica y siempre sabe cómo salir adelante. Qué pena que nos haya tocado ser testigos nuevamente de los embates climáticos en el lugar ya que como sabe, hace algunos días el Huracán Otis dañó severamente al puerto, mismo que ya es catalogado como la peor tragedia causada por huracanes en nuestro país.

Como parte de la familia turística sé que el reto es mayúsculo ya que la infraestructura hotelera y de servicios está prácticamente destruida. Con más del 85% de daños en los servicios turísticos del puerto el futuro inmediato no es nada halagüeño, aparte de considerar lo que tardará la normalización en los servicios básicos de los acapulqueños.

Es preocupante la incapacidad de respuesta de los poderes de Guerrero y Federal ante estos sucesos, tal vez y después de estas experiencias logremos entender la necesidad de líderes preparados frente a nuestras instituciones, punto que sin duda debemos de considerar a la hora de las siguientes elecciones.

Veremos el futuro rápidamente; sin Fonden, con un país desgastado económicamente por caprichos presidenciales, con un presidente atascado en el fango como sus ideas y sin gente capacitada. No auguro una pronta recuperación para el puerto. Ojalá me equivoque y pueda ver que fluye la ayuda y el dinero para uno de los destinos más icónicos del turismo en nuestro país ya que su gente lo merece.

Por lo pronto mis buenos deseos, solidaridad y apoyo a todos los que están sufriendo actualmente esta tragedia.

 

hasta la próxima.




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