Ni fecha que no se llegue…

Raúl Muñoz Del Cojo.
Raúl Muñoz Del Cojo.

Respecto al AICM pienso que a pesar de manejar una alta demanda, parece ser que nuestras autoridades se empeñan en que se destruya y se caiga a pedazos a la brevedad posible.

Este fin de semana viviremos a plenitud la fiesta de la democracia en nuestro país, en nuestro estado en particular veremos a nuevos alcaldes, diputados y senadores de los cuales usted tendrá su opinión y decidirá por cuál partido, coalición o persona hacer efectivo su sufragio. Muy importante, acuda a votar y cumpla con una de sus obligaciones como ciudadano de este hermoso país.

Hemos vivido una campaña larga en todo nuestro territorio donde la violencia ha marcado a varios destinos a los que deseo el lunes tengan borrón y cuenta nueva. No está por demás recordarle que a nuestros gobernantes los ponemos nosotros mismos y si por alguna circunstancia no acude a votar, le diría que no tendrá derecho a quejarse de lo que hagan o quiten los que vienen; en pocas palabras, la importancia del voto de cada uno de nosotros en esta ocasión es vital para el futuro de nuestro país.

Por fortuna para los zacatecanos, hasta el momento no hemos tenido sucesos que lamentar en cuanto a la seguridad de los candidatos a puestos de elección, detalle que sin dudarlo habla bien del trabajo en cuanto a seguridad que llevamos hasta el día de hoy. Eso sí, para serle franco, también desconozco el dato de cuantos aspirantes a puestos populares traen escolta punto del que espero no sean muchos.

A fin de cuentas a partir del lunes descansaremos todos de las campañas políticas vividas estos últimos meses y por supuesto para quienes ganen, espero y todo ese empeño demostrado en el proceso lo transmitan a sus futuros colaboradores y trabajen como es debido. Éxito para todos, que gane el mejor y no olvide que la política hay que vivirla y disfrutarla, más no permitirle que se suba a la cabeza y que sea motivo de desunión familiar o de amistades.

Hablando de otros temas le comento que estos días pasados tuve la oportunidad de salir del país con motivo de vacaciones a lo que reitero como lo mencioné hace unas semanas en esta columna, que los viajes entre otras cosas son didácticos y se prestan para el aprendizaje en todos los sentidos. Ahora y debido al tema de discusión que ha sido el aeropuerto Felipe Ángeles, procuré poner un poco más de atención en los lugares donde aterricé y traté de hacer una comparación con lo que se tiene, lo que se pudo haber tenido y con lo que contamos actualmente.

Por motivos de disponibilidad salimos de Aguascalientes, aeropuerto que ha venido mejorando según su uso. La atención en mostradores y el paso de seguridad hacia la sala de última espera es buena. Probablemente y debido a la cantidad de vuelos que maneja, no estaría mal que tuviera una opción más de venta de alimentos.

El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México es un tema que no sé cómo describir ya que a pesar de manejar una alta demanda, parece ser que nuestras autoridades se empeñan en que se destruya y se caiga a pedazos a la brevedad posible. Su eterno olor a drenaje, el reducido tamaño de sus salas de espera, el mal estado de sus instalaciones sanitarias y el descuido que se deja ver en todos los rincones de sus áreas comunes lo hace quedar muy mal como el aeropuerto más importante de nuestro país.

En el extranjero llegamos a cuatro aeropuertos diferentes donde su característica principal son la cantidad de pistas de despegue y aterrizaje que se tienen, así como el número de salas para descenso y ascenso de pasajeros a las aeronaves. Los lugares de aduanas dentro de estas instalaciones donde se tiene que cumplir con trámites migratorios, son amplias y con la cantidad necesaria de agentes para la atención del turista. Los sanitarios amplios, limpios y distribuidos de manera que no hagan falta a ningún usuario.

Destaco el orden para ingreso o salida del aeropuerto donde siempre es prioridad el viajero. Me llamó la atención que en todos estos lugares se cuenta con zonas para tomar taxi o un lugar asignado en el aeropuerto para si decide usar el servicio de que lo recojan en el punto por aplicación. Para todos hay trabajo y entre todos se respetan con el único beneficio del turista.

Nuestro regreso fue a Zacatecas donde la Guardia Nacional se ha encargado de hacer de nuestro aeropuerto un lugar hostil para los que llegan o se van. Entiendo que el tamaño de nuestras instalaciones no es inmenso pero si llega de un vuelo internacional la sala es única. Entre los del INM que ocupan parte del espacio, la Guardia Nacional que divide la sala de espera de equipaje a su criterio y la poca cortesía del personal de aduanas que no preguntan, le amenazan si trae algo que declarar o no, logran que la llegada de un vuelo internacional se convierta en una pesadilla para nuestros visitantes.

Por si fuera poco, los guardias encargados del ascenso y descenso de pasajeros en la entrada del aeropuerto no lo dejan acercarse y no aceptan dialogo alguno, simplemente hacen uso de su arrogancia para moverlo a donde ellos quieren.

Para todas esas personas que laboran en nuestro aeropuerto les comento que sería muy importante el considerar que la primer cara que ve el turista, el viajero de negocios o el paisano son ustedes, sin dudarlo les aseguro que nada les cuesta ser más amables con los viajeros y mostrar una actitud diferente a beneficio del turismo en nuestro estado.

Hasta la próxima.




Más noticias


Contenido Patrocinado