Mi respeto y admiración para todas

Hace un par de semanas me di tiempo para ver una película que imaginé sería simplona y divertida, cual sería mi sorpresa que aparte de cumplir con hacerme pasar un buen rato,  el director de la misma supo mezclar en la trama uno de los primeros movimientos llevados a cabo por mujeres y adolescentes con el objetivo de mejorar sus condiciones laborales; por si no lo sabe,  le comento que este suceso fue la huelga de las cerilleras en 1888 (en inglés, Matchgirl’s strike).

Los cerillos o cerillas a finales del siglo XIX se hacían con palos de madera de álamo o pino canadiense, curiosamente dos veces mas largos que el producto final terminado. Se aseguraban en marcos que contenían aproximadamente 4000 unidades, ambos extremos se sumergían en azufre y posteriormente se pasaban a una composición de fósforo blanco, clorato de potasio, sulfuro de antimonio, vidrio en polvo y colorante.

Una enfermedad provocada por este trabajo y que afectaba a quienes trabajaban con fósforo blanco, fue la fósforo necrosis de la mandíbula también conocida como fosfonecrosis. La mandíbula de Phossy se desarrolló por la inhalación de vapor de fósforo cuando se calentaba para la elaboración de este producto y causaba osteonecrosis del hueso de la mandíbula. Se manifestaba inicialmente con dolores de muelas y síntomas de gripe, luego se perdían los dientes, salían abscesos y se inflamaban las encías. La mortalidad provocada por este padecimiento se informaba que era alrededor del 20% de los casos.

Bryant & May fue una de las compañías que destacaron en la fabricación de cerillas en la década de 1880, empleaba a casi 5000 personas de las cuales la mayoría estaba compuesta por mujeres y niñas. Ya se imaginará las condiciones laborales de la época y por si esto fuera poco, esta fábrica conocía el problema relacionado con la fosfonecrosis donde al quejarse un trabajador de dolor de muelas, se le quitaban los dientes y se les despedía en automático.

El activismo político llevado a cabo por “The matchwoman” (las cerilleras) comenzó cuando se intentó introducir un impuesto sobre los fósforos, duramente criticado por la prensa de aquella época. Al día posterior de esta noticia, se juntaron aproximadamente 10 mil trabajadores, siendo en mayoría mujeres y niñas las cuales marcharon a las casas del parlamento para presentar una petición. Las cerilleras se declararon en huelga varias veces por bajos salarios y las multas que tenían en su centro laboral.

Gracias a este movimiento y después de varios años la Cámara de los Comunes aprobó una ley que prohibía el uso de fósforo blanco para la fabricación de cerillas después del 31 de diciembre de 1910, paso que sin duda hubiera tomado mas tiempo sin la intervención de Las Cerilleras, legado para el mundo gracias a ellas.

Como verá y sin darle tanta vuelta, la historia nos muestra la importancia de la presencia femenina en todos los ámbitos de nuestra vida por lo que me pregunto ¿Cuánto mas deberemos de pasar o ver para lograr una verdadera igualdad entre hombres y mujeres? Comento esto porque aunque el mundo ha avanzado hacia la igualdad de género y el empoderamiento femenino bajo la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres, la realidad nos muestra que mujeres y niñas siguen sufriendo discriminación y violencia en todos los rincones del planeta.

Para los que nos dedicamos al turismo, la responsabilidad de que esto cambie es aun mas grande por tres poderosas razones.

1. En la mayor parte de las regiones turísticas del mundo, las mujeres suman mayoría en la fuerza laboral turística.
2. Porque las mujeres tienden a concentrarse en los empleos peor remunerados y menos reconocidos del turismo.
3. Las mujeres llevan a cabo un gran volumen de trabajo no remunerado en negocios turísticos familiares.

La participación de los gobiernos y las organizaciones internacionales están comprometidos con la igualdad de género a través de diversos tratados los cuales son la convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, la declaración de Beijing y la plataforma para la acción y la agenda para el desarrollo sostenible, donde la igualdad de género y el empoderamiento femenino son componentes fundamentales de una sociedad mas justa e igualitaria.

La concentración de mujeres en empleos con menos estatus y baja remuneración en el turismo demuestran en nuestra industria que no hemos sabido aprovechar al máximo el potencial de la mujer.

El empoderamiento de la mujer en el turismo es necesario y urgente para lograr una participación plena en la vida económica ya que al lograrlo tendríamos economías mas fuertes y sociedades mas estables y justas.

Concluyo recordándole que todo lo comentado anteriormente no es tema exclusivo del 8 de marzo día internacional de la mujer,  es un tópico que deberá estar en nuestra mente los 364 días restantes para lograr finalmente derechos y oportunidades para todas.

Conmemoro este día con el compromiso de trabajar porque cada día seamos mejores y por insistir en el cierre de esa brecha que aun existe, simplemente gracias por existir.

Hasta la próxima.