
Raúl Muñoz Del Cojo.
El turismo no se dará con un hotel en las estaciones del Tren Maya, deberá haber promoción e igualdad de oportunidades para todos.
Después del juego arancelario donde hasta el momento parte de lo que ha logrado es poner al mundo de cabeza, Mr. Trump, presidente de nuestro país vecino del norte, parece no ceder a sus ideas y continuar con lo que sin duda terminará en una guerra comercial. Los problemas inmediatos creo los conocemos todos y sin pensarlo, nuestro amigo Donald parece encaminar a los Estados Unidos a una recesión de la que estoy seguro terminará con parte del apoyo de sus electores actualmente.
Es triste comentarlo pero como nos pasó en el sexenio anterior en nuestro país, y parece que es la situación reinante en los Estados Unidos; los políticos dicen una cosa y la realidad es otra. Es una pena que los modelos políticos actuales envuelvan de tal manera a los votantes, polarizándolos para que terminen como enemigos en una lucha entre ellos.
Si llegara a darse la guerra comercial de la que hablamos, deberíamos comenzar a cuestionarnos cuál es el modelo económico que nos conviene en México y que sirva a todos, no solo a unos cuantos. Sin duda alguna deberá haber un balance entre las comunidades que proveen la mano de obra y los que toman las decisiones en los centros de trabajo.
Al hablar de turismo, debemos tocar el tema de los destinos más emblemáticos de México, los cuales fueron planificados y construidos por el estado donde las playas por ejemplo dentro de los desarrollos urbanos son y fueron para quien las pagara, lo que trae como consecuencia que dejan de ser públicas. La fuerza laboral por su parte en estos destinos es contratada por temporadas y los salarios ofrecidos no suelen ser muy buenos. Finalmente dentro de este punto le comento que las propiedades en estos proyectos se entregaron para ser manejadas por empresas privadas.
En la otra mano y hablando de lo visto en el sexenio anterior, los proyectos turísticos fueron entregados para que se administraran desde cero por nuestro ejército del cual no dudo de su capacidad, simplemente creo que trabajan en áreas que no conocen con una bolsa muy grande de recursos que aportamos nosotros.
¿Cómo podemos balancear estas situaciones? Sin dudarlo dentro de este modelo que debemos rediseñar, es obligatorio ponderar la igualdad de oportunidades para quienes trabajen en el turismo ya que es muy diferente que un grupo privado invierta en un proyecto a que se le dé presupuesto de nuestros impuestos a personas o instituciones que sin mucha idea en la materia deben construir y operar hoteles o hacer exitosa a una aerolínea.
Nuestro gobierno nunca ha destacado como un buen administrador de empresas, sin dudarlo le puedo decir que su labor es la de facilitar lo que se requiera para sacar adelante un destino el cual deberá generar oportunidades para sus comunidades vecinas sin la necesidad de subsidios.
Nuestra economía debe apostar más por la educación ya que desafortunadamente llevamos perdido mucho tiempo y parece que no hay interés en recuperarlo. Si bien todas las becas pueden ser justificadas, en la realidad han sacado a la gente de sus lugares de trabajo para conformarse con un pago por no hacer nada.
El panorama ante una guerra comercial no es muy favorable ya que no hay programas para el crecimiento del consumo interno. Es increíble que muchos países se nos adelantaron aprendiendo de las maquilas en su territorio, es absurdo que con las ventajas que tenemos como armadores, no hayamos sido capaces de tener marcas líderes y propias en esas ramas empresariales.
El turismo no se dará con un hotel en las estaciones del Tren Maya, deberá haber promoción e igualdad de oportunidades para todos, deberán también estos proyectos ser manejados por gente experta que sepan integrar en el trabajo a las comunidades locales con buenos sueldos, también se debe incentivar a los negocios de reciente creación con alguna clase de estímulo para que su comienzo no sea tan complicado.
Como puede ver, la solución no solo es el gobierno, la iniciativa privada o el dispendio de recursos a manos llenas; la solución está en que a todos nos vaya bien cuidando nuestra fuente de trabajo, las empresas y lo que producen.
La igualdad se dará cuando todos estemos bien preparados, cuando queramos una sociedad no tan dispareja y cuando dejemos ver la moneda solo por la cara que nos conviene.
Hasta la próxima.