Como disco rayado
El éxito de la feria en Fresnillo no se mide en si hay saldo blanco o no, ni en la calidad de los artistas del teatro del pueblo; ésta se debe medir en el número de visitantes foráneos que acuden a ella.
Acudo a esta frase de “abuelos” de la que puedo asegurar conoce el significado siempre y cuando no sea una persona milenial o más joven. Si fue usted de esos que jugamos a las canicas, al trompo o al changai, de los que regresaban los casetes con una pluma Bic o los que se subían a la bicicleta sin casco de seguro sabe de qué le hablo. Para los actuales o a los que desconozcan que significa, les comento que la música anteriormente se escuchaba en casetes o discos de acetato que cuando se rayaban, la aguja que los hacía sonar se ciclaba en la misma parte y solo se escuchaba una frase de la canción repetidamente. Este fenómeno desaparecía al moverla manualmente de donde estaba, de allí la aplicación de la frase por parte de nuestros mayores ante la insistencia en cualquier tema.
Para entrar de lleno en lo turístico comentaré en primer lugar los resultados de la feria de Fresnillo y Zacatecas, donde para los ojos de nuestros gobernantes la conclusión de estos eventos no tuvo comparación.
Comienzo con lo dicho hace un par de semanas por el encargado del departamento de turismo de Fresnillo (al que a la fecha no tengo el gusto de conocer) el cual declaró a los medios que gracias a la feria, la ocupación hotelera había subido un 40%. Qué pena que aparte de que saben que no es cierto, quieran engañar a la población con datos irreales que terminan siendo un insulto para los que de alguna forma prestamos servicios turísticos.
La razón natural de las ferias en el mundo es a la fecha la promoción de los productos locales a los mercados regionales, nacionales o internacionales según la importancia de la ciudad o el estado. Hace relativamente poco en el mineral la exposición ganadera, los juegos florales, los eventos deportivos y la exposición de productos en general reflejaban la vida económica local, dando como resultado una buena cantidad de visitantes que no solo venían a divertirse, su asistencia a la feria era para negociar, participar en alguna actividad deportiva o cultural y tenían adicionalmente a su visita los eventos de esparcimiento que por naturaleza se ofrecían.
Actualmente nuestras autoridades piensan diferente, se preocupan por tener un teatro del pueblo muy bueno con artistas de primer nivel lo que en cuanto a asistencia es un éxito, el problema es que estas fiestas solo son para el deleite local, esta nueva manera de hacer ferias ha matado la actividad turística en la ciudad. El éxito de la feria en Fresnillo no se mide en si hay saldo blanco o no, ni en la calidad de los artistas del teatro del pueblo, la feria de Fresnillo se debe de medir en el número de visitantes foráneos que acuden a ella.
Cerrando el tema local solo me resta informarles a nuestras autoridades y al director de turismo de Fresnillo que teníamos décadas sin tener una feria tan poco productiva en los hoteles y con los prestadores de servicios locales. Es de dar tristeza que ni con eventos tan fuertes como las carreras de motocicletas hayamos alcanzado en la plaza un 30% de ocupación en general. Espero ante estos datos reconsideren su “idea” de feria y se informen bien de cómo anda la ocupación hotelera en la ciudad.
La famosísima FeNaZa padece la misma enfermedad que la feria de Fresnillo pero las complicaciones y resultados se magnifican por la importancia de la misma. Es de dar tristeza que en esas instalaciones majestuosas de cantera rosa y con ese Multiforo espectacular nos sigan dando pan con lo mismo. Es imperdonable la premura con la que se presentan los programas de la feria, detalle que provoca que cuando se promociona el evento, la fecha de inicio se encuentra a la vuelta de la esquina.
Quiero recordarles a los organizadores actuales de la feria de la capital que el éxito de la misma hace años era la variedad y cantidad de eventos que ofrecía la fiesta brava, algunas charreadas importantes, los artistas que se presentaban en el palenque, la jugada, los eventos deportivos alternos a la misma y la variedad de restaurantes y bares con los que se contaba en las instalaciones, sin dudarlo parece que todo esto se acabó y se simplifica a dar resultados tales como “hubo saldo blanco” o comunicados de prensa donde publican fotografías de los capitalinos gozando del teatro del pueblo.
Sr. Gobernador, instruya a su gente para regresar las ferias al modelo de antes y recuérdeles que los beneficiados debemos de ser los ciudadanos y no los organizadores. Ofrecemos trabajar en conjunto para regresar a esos esquemas en los que la proyección de Zacatecas era prioritaria. Actualmente y para que no lo mal informen le comento que en este 2023 hemos tenido en la capital el menor porcentaje de ocupación de muchos años en época de feria, reflejando casi 28 puntos porcentuales abajo de años anteriores.
Apuéstele al turismo, a los festivales, a las ferias, a la promoción. Debe sin duda trabajar mucho para revertir el daño que nos ha hecho la percepción en el turismo. Si la feria de San Marcos se promueve seis meses antes y el festival Cervantino se toma un año completo para su promoción ¿será tan complicado copiar esos modelos exitosos?
La realidad es que el trabajo realizado en estos dos años no ha sido suficiente, ojalá retome camino y le dé al turismo la importancia que se merece.
hasta la próxima.