La Casona, el arte de hacer vinos

Con las uvas que cultivaba en su patio, doña María Concepción de la Torre, hace 50 años inició la elaboración de vino generoso para regalar a sus amigos y conocidos. 

También disfrutaba de apapachar a sus visitas con el vino realizado. 

Pero hace 10 años fue invitada a mostrar su producto con el objetivo de comercializarlo. 

Así que el proyecto inició sin que ella supiera nada de comercialización ni de registro de marca o tipos de botellas. 

Dos años después su hija Rosa Aguirre regresó de Texas y realizó el proceso de forma más especializada. 

En un inicio realizaban una cantidad muy pequeña de producto y le ayudaban sus vecinas. 

En ese entonces producían 250 botellas al año y ahora elaboran 16 mil 500.

El vino que la casona produce es de excelente calidad y son reconocidos en libros  de renombre especializados en el tema a nivel nacional. 

Su éxito es tal que aparecen en el libro Bebiendo nuestra tierra. 

Donde son menos conocidos es en Jerez, lamenta,  “puedes llegar a preguntar  dónde queda Vinos la Casona y te dicen que no saben”. 

Debido a ello, dijo, buscan posicionarse en su pueblo, porque  resurge el interés de conocer el arte del vino. 

Y, aunque no son profetas en su tierra, los vinos de La Casona han llegado a Guatemala, Estados Unidos y han estado en las exposiciones más prestigiosas de la República Mexicana, como es el Festival Internacional del Vino en San Luis Potosí. 

Entre los tipos de vino que maneja se encuentran diferentes vinos tintos como el Generoso, pero también el Tinto Rubí,  Cabernet, Tinto Semi Seco, Rubí Cabernet, Generoso Cariñan, Rosado del Perú, Blanco San Emilio,  vino 1569, Tinto de Crianza y Vino Blanco de Crianza. 

La familia trabaja con productores de El Salto, Fresnillo, ya que su uva es de excelente calidad y no son comunes, por lo que son buscadas por gente de Querétaro y Coahuila. 

Cuando es temporada de producción trabajan cada tercer día  con mil 300 kilos de uva, que se despalilla y luego se estruja. 

Después se dejan en tanques de acero para dar paso al  trasiego y que la fruta suelte bien su jugo y color.

Días después se hace el prensado, se retira el follaje y queda solamente el jugo que pasa a tanques donde quedan en reposo durante algunos meses. 

Ejemplificó que el Tinto 1569 Cabernet se va a barrica y tarda nueve meses, mientras que el de tanque siete u ocho meses. El nombre del vino 1569 obedece al año en el que se fundó Jerez. 

Como último paso se filtra, se embotella y empaqueta para llegar a los diferentes restaurantes y compradores.

Además producen Licor Jerez a base de crema de frutas secas, licor de ciruela y membrillo.

Una de las bondades que tienen los vinos de La Casona es que al carecer de sulfitos y clarificantes o algún tipo de químico, se pueden mantener mucho tiempo ya que son naturales.

Un consejo que nos brindan es que si van a mantener una botella guardada por un periodo superior al año. acuesten la botella para que el corcho esté siempre humedo y se filtre el oxígeno menos humilde. 

Para Ana Rosa  vinos La Casona significa la vida entera ya que  es un compromiso “estoy enamorada de lo que hago y estoy enamorada de ir creciendo en esto  por que el vino es pasión es arte”, asegura. 

Si deseas visitarles y obtener una charla sobre la producción, así como degustar sus productos reciben grupos en su Casona ubicada en la calle San Francisco número 24 en el centro de Jerez, reservaciones al teléfono 4949457218.

Imagen Zacatecas – José Manuel Pereyra Berumen