Don Tomás pide a su Dios que llueva

La tierra tiene sed, clama agua y los campesinos desesperados oran porque la lluvia llegue.

Pero en el cielo el sol brilla más que otros años, no se asoma una nube, las milpas de Buenavista, Ojocaliente, al igual que otros lugares podrían asemejarse a “aquello que está sobre las brasas de la tierra, en la mera boca del infierno”.

Los bordos parecen más un llano que acopios de agua, el panorama es desolador, pues la sequía es evidente.

Para don Tomás Escobar, de 100 años, la preocupación crece, pues en su casi siglo de vida nunca había visto padecer la tierra de esa manera.

Desesperado, porque sabe que solo un milagro los puede ayudar, recordó y realizó un ritual que cuando era niño hacían sus abuelos para pedir a Dios por la lluvia.

Bañan a su Dios

Alrededor de las 5 de la tarde salió de casa con sus hijos y nietos rezando un rosario y cantándole a Dios. La peregrinación inició con el canto de alabanza ¿Qué le daré?.

Después de orar, se ubicaron en el centro de sus parcelas donde bañaron un Cristo crucificado para pedirle que envíe agua, ante la sequía extrema.

Esta noche don Tomás y su familia se van a dormir con fe y esperanzados en que su peregrinación y rezos lleguen a los oídos de Dios y les conceda la lluvia que tanto desean.

A 2 días de que la familia Escobar depositara su fe en Dios, presumen “no es por nada; pero empezó a llover”.

Luego de que las primeras gotas han caído se espera que de un momento a otro “el agua llegue”.
Sin embargo, así como ellos, decenas de campesinos del sureste zacatecano sufren afectaciones por la falta de buen temporal.

Maíz y frijol no han sido sembrados y la Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), dio a conocer que la sequía afectó al 50% de la producción de frijol en el estado.