
Foto: Excélsior
Sus familiares aseguran que apelarán el fallo del juez.
MÉXICO.- Se manifestaron alrededor de 600 personas para exigir justicia por Mario Sáenz, quien consideran fue sentenciado injustamente por el feminicidio de su novia Victoria Pamela Salas.
Convocados por la familia del skater, marcharon desde el Ángel de la Independencia al Senado de la República, pues aseguran que no hay pruebas suficientes en su contra.
“El no estuvo en tiempo y forma, con localización, con ADN, con testimoniales y con muchísimas cosas se ha demostrado que Mario no estuvo en ese lugar, queremos justicia para la chica que ya está hoy en el cielo y no se puede defender, no puede hablar, pero yo puedo hablar por ella y por Mario, el que Mario esté preso no es justicia, queremos justicia”, dijo Katia Zambrana, mamá de Mario Sáenz.
La señora denunció que fueron desechadas 70 pruebas que demostraban la inocencia de Mario, por lo que recurrirán a la apelación y de no proceder irán a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
“Mario dice que es una pesadilla, que es chiste, que es broma, no la cree, no se la cree, son tres días que acaba de pasar este resultado, nos está cayendo de peso”, agregó Katia.
Entre los asistentes de la marcha se encontró el hijo de Mario de 14 años con su patineta y sus amigos. Además marcharon algunas asociaciones y familiares de personas en prisión que denuncian irregularidades en sus casos.
“Vamos al Senado para meter un pliego petitorio para que revisen caso por caso y persona por persona”.
Mario Sáenz fue declarado culpable del delito de feminicidio contra su novia Victoria Pamela Salas Martínez.
En septiembre del 2017 la pareja entró a un hotel, ubicado a unas calles de Galerías Coapa, pero Mario salió primero, cerca de las 5:30 de la mañana.
Casi 10 horas después el personal del establecimiento acudió al cuarto para informales que su tiempo de hospedaje había terminado.
Pero, al no recibir respuesta entraron a la habitación y encontraron el cuerpo de la joven.
Mario Sáenz estuvo prófugo de la justicia durante un año y medio, periodo en el que incluso era buscado por la Interpol.