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La senadora propone crear un sistema nacional de datos y protocolos especializados para atender a víctimas.
CIUDAD DE MÉXICO.- La senadora Geovanna Bañuelos de la Torre, vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo (PT), llamó a los congresos de Colima, Durango, Estado de México, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Veracruz y Chihuahua a tipificar la violencia vicaria como delito y armonizar sus códigos penales con las entidades que ya lo hicieron.
Bañuelos explicó que esta medida busca garantizar una protección integral a mujeres, niñas y niños víctimas, además de establecer sanciones proporcionales a la gravedad del daño y asegurar un acceso real a la justicia.
“La violencia vicaria es una de las expresiones más crueles y complejas de la violencia de género.
Ocurre cuando el agresor daña a una mujer a través de sus hijas e hijos para castigarla o mantener el control sobre ella”, señaló la legisladora por Zacatecas.
Mediante un punto de acuerdo inscrito en la Gaceta Parlamentaria, Bañuelos solicitó a las fiscalías y tribunales de todo el país fortalecer la capacitación del personal ministerial, judicial y pericial en materia de violencia vicaria.
Su objetivo —dijo— es erradicar la impunidad, prevenir la revictimización institucional y garantizar procesos judiciales sensibles y con perspectiva de género.
Asimismo, pidió a la Secretaría de las Mujeres y a sus homólogas estatales implementar protocolos especializados de atención que incluyan asesoría jurídica integral, apoyo psicológico y acompañamiento para hijas e hijos afectados, bajo un enfoque de derechos humanos y protección de la niñez.
De acuerdo con el Frente Nacional contra la Violencia Vicaria y la Secretaría de Gobernación, en el 86% de los casos el agresor amenaza con dañar a los hijos como forma de coerción.
Bañuelos advirtió que, a pesar de su gravedad, solo 22 entidades federativas han tipificado la violencia vicaria como delito, mientras que 29 la reconocen en sus leyes de acceso a una vida libre de violencia.
“Esta disparidad genera vacíos legales que impiden sancionar a los agresores y garantizan su impunidad.
En los estados donde no está tipificada, las víctimas carecen de un marco legal que las proteja eficazmente”, subrayó.
La senadora también propuso crear un sistema nacional de datos sobre violencia vicaria, que reúna información de fiscalías, tribunales, refugios y organizaciones civiles.
“No basta con castigar al agresor; es necesario transformar las estructuras que permiten que la violencia se perpetúe.
La violencia vicaria no es un hecho aislado, es el reflejo extremo de un sistema que utiliza el dolor de mujeres e infancias como herramienta de control.
Combatirla exige sensibilidad, compromiso y una justicia con rostro humano”, concluyó.