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El debate sobre la eficacia de los nuevos enfoques y la capacidad de sus líderes se intensifica, dejando en el aire la pregunta de si estos cambios podrán realmente combatir la criminalidad en México.
CIUDAD DE MÉXICO.- En su reciente pódcast “Narcosistema”, la periodista Anabel Hernández lanzó duras críticas contra Omar García Harfuch, el nuevo titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Hernández afirmó que García Harfuch posee un coeficiente intelectual (IQ) inferior al promedio, respaldando su afirmación con informes de la Policía Federal que indican que el jefe policiaco reprobó múltiples exámenes de control de confianza.
La periodista señaló que un documento fechado en 2012 revela que el rendimiento intelectual de García Harfuch se sitúa en un “rango inferior al término medio”, lo que, según Hernández, afecta su capacidad para analizar y organizar información. “Requiere de ayuda de su equipo para planear acciones”, subrayó, cuestionando así su idoneidad para liderar la seguridad en el país.
Además, Anabel Hernández hizo hincapié en las conexiones familiares de García Harfuch con el crimen organizado, sugiriendo que estas relaciones podrían comprometer su desempeño en el cargo. “Él mismo reconoció que está emparentado con criminales”, añadió.
No es la primera vez que la periodista cuestiona la capacidad del Secretario de Seguridad:
Ja ja que el IQ de Omar García Harfuch no le daba , que está por debajo de lo normal 🤣 dice Anabel Hernández y así quiere ser jefe de de la CDMX @ecuernavaco2 pic.twitter.com/8d8VGrKgMT
— julio (@JulioMexico1) October 5, 2023
Por otro lado, la nueva estrategia de seguridad presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum ha sido objeto de controversia. Mientras que Sheinbaum busca priorizar la prevención y la inversión social, Hernández criticó que esta visión podría ser clasista al implicar que la criminalidad se reduce a la pobreza, sin considerar la profunda colusión del Estado con el crimen organizado.
Con el país enfrentando desafíos significativos en materia de violencia, el debate sobre la eficacia de los nuevos enfoques y la capacidad de sus líderes se intensifica, dejando en el aire la pregunta de si estos cambios podrán realmente combatir la criminalidad en México.