Un poco de sosiego…

Año con año, en el mundo de la guitarra clásica, se celebra el concurso internacional de la Guitar Foundation of America.

¿Cuántas veces no hemos escuchado? ¡Todo ya sé ha dicho! ¡Todo ya sé ha hecho! ¡Todo ya sé ha creado! Y es que la evolución humana en todos sus campos, realmente ha sido avasalladora en sí misma.

Creo que para muchos, cuesta pensar que la innovación y la novedad son imposibles existiendo tanto y personas que lo hacen tan bien. Y bueno, todo esto porque quiero contarles que el otro día, tratando de salir, o mejor dicho, escapar de mi cotidianeidad, me dirigí a mi “radar de novedades” de música de concierto y encontré una grabación, qué aunque de música del siglo XIX, me pareció un descubrimiento muy valioso, y sobre todo porque empatiza totalmente al perfil guitarrístico y musical de su servidor.

Quizá voy a pecar de “localista” de mi gremio a partir de aquí en adelante, pero le prometo que no se va a arrepentir; y es que, año con año, en el mundillo de la guitarra clásica, se celebra el concurso internacional de la Guitar Foundation of America, donde intérpretes de este instrumento, se someten a una competencia extensa en la música que se toca, tanto en el número de competidores involucrados, este concurso es como el “Chopin” para el piano o el “Menuhin” en el violín. Y es que, aunque digamos que las competencias en el arte son perjudiciales para el desarrollo del arte o de la armonía social, no podemos evitar quitar del radar que la constante evaluación también permite el crecimiento si se reflexiona con profesionalismo; recuerdo que mi maestro Daniel Escoto, decía que los concursos eran un mal necesario.

Esta competencia, es por demás atractiva, ya que aparte de un premio económico, accesorios, instrumentos, grabación de disco, entre otros, tiene considerado que el ganador, dará en el siguiente año cerca de 50 conciertos alrededor del mundo, proeza, que posiciona inmediatamente al que sale victorioso.

Pues les cuento que el Mtro. Johan Smith, oriundo de Ginebra en Suiza, fue el galardonado en el año 2019 de este reconocimiento conocido como el GFA, pero lamentablemente no pudo ejercer la cantidad de 50 conciertos derivado de la pandemia que azotó a nuestro planeta, por tanto, y desde mi apreciación, su trabajo no tuvo el impacto que han tenido otros ganadores del certamen, incluso, podría parecer que pasó un tanto desapercibido, no por su calidad, sino por la imposibilidad de hacer los ya mencionados conciertos.

Pues volviendo a donde comenzamos, la semana pasada me encontré con una grabación del famoso “Traümerei”  (Ensueño) pieza que forma parte del ciclo “Escenas de la infancia” de Robert Schumman, transcrita de una manera excepcional por el mismo Johan, e interpretadas con una sutileza y elegancia únicas. Ante esto, seguí indagando y encontré dos producciones discográficas posteriores, a la fecha del GFA. Y es que no puedo dejar de mencionar que la interpretación de este maestro, nos da para reflexionar que aunque muchas cosas se han dicho, hecho o pensado, siempre se puede tener una forma de decir, hacer o pensar las cosas.

Quisiera recomendar ampliamente que acuda a las plataformas digitales de música y busque a este gran maestro de la guitarra; siéntese, con serenidad, respire, prepare un café o un té, y disfrute de este trabajo que nos regala como un suspiro ante el caótico mundo presente. que este sea un momento que pueda dedicarse a usted.

Por cierto, la producción discográfica se basa en adaptaciones de las obras de otros instrumentos como el piano, hechas para la guitarra y se contemplan autores como: Debussy, Schubert, Granados, Schuman y el gran Mozart,

¿Se imagina qué bonito suena la famosa Sonata No. 16 K.565 en la guitarra?

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