Los déspotas, los estúpidos

Simitrio Quezada.
Simitrio Quezada.

No merece respeto quien falta al elemental respeto que merecen los demás.

En muchas ocasiones descreo de muchos de ésos que apodan “estilos de liderazgo”, sobre todo cuando los mencionan, como para justificar ese actuar, los déspotas, los estúpidos. Ésos que jamás llegarán a ser líderes.

Suelo desconfiar en que sean estilos de “liderazgo” los modos de mando que contemplan violencia. Violencia de déspotas, de estúpidos.

Descreo de los estilos de mando basados en el maltrato a la gente que está a cargo de uno. ¿Qué necesidad hay de ser rudo? ¿Tan limitado es quien ejerce esa autoridad?

Quien agrede no puede liderar.

Deploro esos estilos de mando en los que se busca promover como “carácter” una más que bruta visceralidad.

Visceralidad de déspotas, de estúpidos. De ningún modo de líderes.

Para mí no puede ser líder el energúmeno que atosiga con gritos e insultos a las personas que tienen que trabajar para él.

No puede ser líder quien busca imponerse.

No merece respeto quien falta al elemental respeto que merecen los demás.

¿Cómo puede considerarse líder alguien que no respeta la dignidad humana?

En todo hay límites. Tu auxiliar administrativo no tiene por qué prepararte el café, y menos si no le pagas tú, sino la empresa o institución donde ambos laboran. Así que no seas déspota, no seas estúpido.

Tu auxiliar administrativo no tiene por qué tomar tu maletín y subir con él las escaleras desde la planta baja hasta el segundo o tercer piso. No seas abusivo.

El despotismo queda bien instalado en los campos semánticos del abuso de poder y de las mentes pequeñas, de los estúpidos.

“El veneno del poder enerva al déspota”, decía Baudelaire. Dale poder a alguien para que veas de qué está hecho, dice un consejo más popular.

Los déspotas, los estúpidos, no están preparados para ejercer el mando sobre otras personas.

Y me refiero tanto al servicio público como a la iniciativa privada.

En serio, en buen plan: si llegas a ser jefe (aunque sea de una sola persona, una secretaria, un asistente…), por favor no seas déspota, no seas estúpido.

En resumen: si quieres llegar a ser líder, nunca seas ojete.

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